La actividad intelectual
La actividad intelectual es integral:
compromete a toda la persona, en ideas, valores, categorías, prácticas, y en la
medida de su desarrollo la transforma. Así como potencia la capacidad abstractiva, simbólica y lógica, favorece
el desarrollo de todo cuanto constituye lo antropológico. En lo que concierne a
la volición, por ejemplo, insta a la toma de decisiones favorables al propósito
intelectual de realización. Luego, las resoluciones impactan también la
condición psicológica, ya que sostenerlas forja carácter, delinea personalidad
y establece vínculos directos entre raciocinio y modo de ser. De igual manera
sucede con afectos, sentimientos y pasiones. La actividad intelectual, amén de
racional, es también profundamente visceral: se siente, se percibe y somatiza
de múltiples maneras. Por ello, algunos escritos se deben -así como también se
explican-, por la intensidad emocional que los produce. ¡Es que en
oportunidades son los estados de ánimo los protagonistas del juego conceptual
que en clave semántica pretende exponerse como constructo racional!
Es la actividad intelectual también excusa
para el encuentro con los demás. Acaso, ¿no es a través del raciocinio como las
parejas se entienden, por supuesto, aparte de las múltiples formas en que
instituyen sus códigos? También, ¿no es a través de las maneras racionales como
el amor se hace verso, se convierte en canción, se esconde en las estrofas y se
vierte en poesía? Acaso, ¿no es a través del concurso de las ideas, de las
expresiones, de la verbalización y de la formalización abstracta como la
familia se instituye? Porque, hay que decirlo, la familia es lo que las ideas,
los conceptos y las formas lógicas que sus integrantes determinan.
¿Y qué decir de la producción intelectual
ordenada al compromiso social, y del compromiso social ordenado al intelecto?
La actividad intelectual incide en la sociedad, en la actividad relacional, y
busca fundamentalmente plenar de sentido el complejo mundo del trato y de la
convivencia. Por ello, se sabe que cuando lo que se instituye como social honra
la intelectualidad es porque los valores propios de la humanidad también están
presentes, como proceder, como ideario, como práctica y propósito. Y también se
sabe que cuando en nombre de determinada racionalidad se sacrifica la sociedad
-se supeditan las relaciones, se condiciona la intelectualidad, el sentido y la
logicidad-, entonces, se está ante distorsiones severas de la racionalidad.
Aspecto importante de la actividad
intelectual es la anticipación, vista desde otra perspectiva, como
trascendencia. A través de la producción propia el artífice del pensamiento, de
la razón y de las ideas logra la conexión con un más allá que plena de
imaginarios la razón inmediata. Es que a través del advenimiento racional se
explica el sentido de lo que está por venir y se logra que una determinada
esperanza se encarne como razón de vida. Por ello, la racionalidad induce al
optimismo, impregnada esta, en oportunidades, del crudo realismo que la
acompaña.
Vale la pena la racionalidad: es un don que
gratuitamente se recibe, que está en disponibilidad de cada quien, al cual cada
quien debe orientarse como propósito de vida. Cultivarla es un privilegio,
también es una decisión. Y esto exige esfuerzo, disciplina, rigurosidad, de
igual manera que motivación y disfrute. Porque si bien la racionalidad permite
entender el por qué de las cosas y en oportunidades representa aparentes
contradicciones, también constituye un recurso que provee alegrías, satisfacciones.
Se justifica plenamente la intelectualidad cuando
está destinada a conocer. A través suyo,
se revelan los misterios, se descubre lo oculto; se otea, se visualiza,
se crea y se recrea… También se inventa. Es por concurso de la intelectualidad
que se explica lo inexplicable y se da cuenta del propósito esencial del
conocer, como es descubrir el sentido de la vida, precisar el por qué de la
humanidad, indagar la razón del universo, preguntarse sobre lo que inquieta al
humano… y más.
Mucho más.
International Lifelong Learnig University, ILLU. Willemstad, Curazao, diciembre de 2015
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