sábado, abril 05, 2014

Normas Sypal para la presentación de informes de investigación y documentos similares

Marcos Fidel Barrera Morales

Este documento corresponde al Capitulo VIII del libro Sugerencias para redactores, comunicadores e investigadores, sexta edición de 2017, del mismo autor. El interesado en obtener la obra completa puede hacerlo directamente a través de Ediciones Quirón, en Venezuela y Colombia. En otros países: en https://www.createspace.com/4769974. Se puede obtener la versión digital a través de http://www.amazon.com/Sugerencias-redactores-comunicadores-investigadores-Spanish-ebook/dp/B00JOVIEMM/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1397651419&sr=1-1.

     ¿Cuáles son las características de los títulos? ¿Para qué se usan la cursiva, el subrayado, las negrillas, las mayúsculas? ¿Capitulares, sangría, punto de letra? ¿Cuándo usar corchetes? ¿Cómo citar a otros autores? ¿Qué es una ficha de identificación? ¿Cuántos árbitros se requieren para una obra, artículo o producto intelectual? -Siga leyendo-


      Cada institución ante la cual se presentan proyectos de investigación, así como trabajos de importancia científica y académica, debe contar con un vademécum que contemple indicaciones sobre los pasos a seguir para la presentación de documentos, y además suministre datos sobre el procedimiento que se debe cumplir para la actividad de indagación, según las instancias vinculadas al desarrollo de las propuestas. Toda entidad educativa y de investigación, así como empresarial, que fomente la actividad científica debe instruir a los interesados acerca de la actividad formal y, a su vez, establecer normas que orienten sobre elaboración de proyectos, además de la ejecución de los mismos y el correspondiente procesamiento de información. Esto comprende las instrucciones para la preparación de reportes, notas, reseñas y otros recursos informativos. 

     La existencia de los protocolos permite la unidad de criterios vinculados con la producción científica, también precisa aspectos morfológicos comunes para cada contexto, a la vez que orienta sobre el tiempo de las entregas y ordena los elementos que conforman cada documento, constructo y trabajo. Las normas institucionales, además, permiten precisar forma y estilo de los documentos, uso adecuado de las convenciones y práctica adecuada del idioma, entre otros aspectos de importancia. Lo anterior ocurre según cada ámbito organizacional y sociocultural donde tales efectos tienen cumplimiento, claro está, según prácticas internacionales y variadas formas lógicas que se instituyen a fin de establecer maneras notativas apropiadas.
     
     Las consideraciones aquí expuestas están dirigidas a contextos académicos, también a instituciones interesadas en el conocimiento en las que se presentan informes relacionados con  investigaciones en  proceso, en donde el instructivo en cuestión es imprescindible. Es importante tener en cuenta que existen diversos protocolos, de igual manera que variedad de manuales e indicadores que norman la presentación de informes, muchos de estos destinados a la actividad de sustentación privada y pública de los trabajos. Por ejemplo, el manual de la American Psychological Association, Apa, las Normas de Vancouver, las especificaciones del Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación, Incontec, los manuales universitarios -caso del instructivo de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Upel, Venezuela-, las normas del Centro Internacional de Estudios Avanzados, Ciea-Sypal. Todas estas y otras más tan sólo constituyen maneras contextualizadas que en ningún momento deben ser asumidas con criterio universal y riguroso, pues a cada institución le corresponde la responsabilidad y el privilegio de elaborar su propia preceptiva. Y por supuesto, de actualizarla. Para esto, importa tener en cuenta la literatura que sobre el tema existe y las variadas tendencias que se formalizan en diversas instancias.
    Es bueno tener presente que con el pasar del tiempo las normas que regulan aspectos morfológicos y estructurales de los documentos cambian, pues los criterios tienden a ser modificados y el conocimiento aporta nuevos elementos de impacto en las convenciones, situación que obliga a efectuar revisiones y actualizaciones a cuanto protocolo se instituye, por lo menos una vez cada dos años. Esto permite justamente incorporar innovaciones y efectuar las correcciones que correspondan. Las variaciones son tanto de forma y estilo, como de género, conceptualización y estética. 

     Son variados los aspectos que cambian en la aplicación de normas y en el uso de regulaciones, con el paso de los años. Por ejemplo, un detalle que sufre modificación lo constituye el uso de subrayado -en otro tiempo empleado para enfatizar-, el cual se usa exclusivamente para el Hyper Text Markup Language, html -lenguaje de marcas de hipertexto-. Con el subrayado, entonces, se advierte acerca de la ruptura de la linealidad de la lectura tradicional, al ser incorporadas opciones codificadas que permiten al lector optar por otros caminos, a la vez que se amplían las posibilidades de la lectura con información adjunta, en un lenguaje estándar de señalamiento de documentos al que se incorporan vídeos, vínculos, anexos. 

      Otro recurso de tal vez mayor dificultad en la aceptación de variadas modificaciones en las formas notativas -pero lógicas en su incorporación-, tiene que ver con la manera mediante la cual se fechan documentos de importancia susceptibles de ser publicados en redes, bases de datos y cuanto registro informático y telemático se disponga. La tendencia a las formas estandarizadas -v. g. International Organization for Standardization, Iso- sugiere, entonces, el empleo de maneras capaces de ser leídas por el hablante de cualquier idioma. Para ello, debe evitarse el uso de letras y emplear sólo números -en este caso arábigos-, pues estos son más fáciles de entender en cualquier región del mundo. Para ello, la orientación deductiva indica el camino a seguir, por lo que la manera de precisar la fecha de un documento -en apoyo a la norma Iso 8601- es, año, mes, día, así: 20181117. Esto, con la obviedad que se espera, corresponde al año 2018, el mes 11, el día 17. Si se prefiere, puede emplearse una separación por puntos, así: 2018.11.17. Y en el caso que se requiera indicar horas, minutos y segundos -como ocurre en procesos de laboratorio-, puede indicarse en la misma secuencia, después de la letra T mayúscula, así: 2018.11.17T23.05.12. Sin puntos, se ve así: 20181117T230512. Esto equivale al 17 de noviembre de 2018, a las 11 de la noche, cinco minutos, 12 segundos. Ahora bien, la letra T puede generar confusión en las traducciones a otro idioma que no sea de origen latino, pues esta letra adquiere una simbolización extraña para lenguas distintas. En consecuencia, en Ciea se proponen los dos puntos -que no ameritan conversión-. Después de la fecha, los dos puntos indican inicio del registro de la hora. Ejemplo: Si queremos indicar el registro de temporalidad en una oportunidad cualquiera, la indicación 2018.10.03:08.24.03 traduce, simplemente, el tres de octubre de 2018, a las ocho de la mañana, 24 minutos y tres segundos. Sin puntos, se lee, entonces, así: 20181003:082403.

     En lo relativo al uso de mayúscula -más adelante se complementa la información-, importa advertir que en el caso de siglas y acrónimos se remite esta a  la primera letra, ya que en castellano estos -siglas y acrónimos- tienen categoría de nombre propio. Luego se aplica la norma según la cual los nombres propios sólo llevan mayúscula la primera letra. Ejemplos: Euroamerican Learning University, Elu. Universidad Católica Andrés Bello, Ucab. El Petróleo Brasileiro, S. A., Petrobrás. Se considera error ortográfico el uso de mayúsculas continuas.

Aspectos morfológicos del Informe

Portada externa e interna
La información de portada va en 12 puntos, a excepción del título del documento que puede ir en 14 puntos. El interlineado de la información de portada es sencillo, a 1.0 líneas. Los márgenes de la portada -superior, inferior, izquierdo y derecho-, es de cuatro centímetros -ver modelo reducido-.

En la parte superior de la hoja se consignan los datos de la institución y del programa, en letra de 12 puntos. Esta información va centrada, en letras negritas. También puede optarse por la alineación a la izquierda. No se recomienda alineación a la derecha para la portada.

El título del documento se ubica en la mitad de la hoja, en letra de 12 o de 14 puntos -según se prefiera-, centrado, en negritas. Le sigue la explicación de la naturaleza del documento, en letra de 12 puntos. Por ejemplo, Informe de investigación. Trabajo de ascenso. Estudio de acreditación.

Los datos de la autoría se ubican en la parte inferior. Debajo de estos, los de la tutoría. Esta información puede estar centrada, si los otros datos ya anotados están también centrados. O pueden ser ubicados en la parte inferior derecha -para esto, los datos de la institución estarían arriba, a la izquierda, y los relativos al documento, centrados. Nótese, entonces, que aparece un efecto geométrico: línea recta vertical, si todo está centrado, y línea transversal si la información se distribuye arriba a la izquierda, al centro y abajo a la derecha -ver ilustraciones-.

Al final se ubican los datos de ciudad, país y fecha, en letra de 12 puntos, debajo de los datos de autoría. El registro de la fecha se hace según las indicaciones suministradas al inicio de este texto.

Medida del papel
Tamaño carta internacional: 21,5 por 28 centímetros.

Márgenes
Izquierdo, cuatro centímetros; superior, inferior y derecho, tres centímetros.

Letra
Hay libertad en la elección de la familia gráfica. Lo importante es que sea convencional y  legible. Se sugieren fuentes como arial y helvética, o como garamond, times o similares. Debe mantenerse la familia gráfica en el desarrollo del texto.

Alineación
El texto se presenta justificado, esto es, alineación en bloque. Esta opción ayuda a la estética del trabajo. Se mantiene la sangría y esta se sugiere de 1.0, de 1.5, o de 2.0 centímetros. Los títulos, por su parte, se centran cuando son principales y cuando son secundarios -intertítulos-, se ubican a la izquierda, en negritas, en 12 puntos, con el mismo interlineado del texto.

Tamaño de la letra
Para el texto, 12 puntos, cuando la letra es garamond, times o similar. Tamaño 11 puntos cuando es arial, helvética o similar. Citas textuales con más de 40 palabras, en párrafo aparte, 10 puntos, sin sangría, con márgenes de dos cms. a ambos lados.

Uso de mayúsculas y de minúsculas
En todo escrito debe respetarse el criterio didáctico del uso de mayúsculas y minúsculas. El empleo de mayúsculas continuas se considera error ortográfico y se denomina abuso de mayúsculas, tanto en títulos como en contenido. Se reservan las mayúsculas para: Primera letra en nombres propios de personas e instituciones. También para la primera letra de acrónimos y siglas, pues estos tienen tratamiento de nombres propios. Primera letra en inicio de frase. Después de puntos suspensivos, si los puntos constituyen cierre del sentido de la frase.

Ejemplo:
En la naturaleza abundan los casos de simbiosis, divergencia, dualidad, complemento... Información para todo propósito.

Sangría
Como se advierte atrás, se mantiene la sangría y esta se sugiere de 1.0, de 1.5, o de 2.0 centímetros. Usar alineado en bloque no justifica la eliminación de la sangría puesto que esta cumple una finalidad didáctica asociada con la lectura del texto.

Titulación
Los títulos se clasifican en tres niveles. El primero se refiere a los títulos de capítulos. Los segundos, a las secciones de capítulos, como también a la subtitulación. Los de tercer nivel se emplean como intertítulos. Es importante señalar que los tres niveles sólo se emplean en cierto tipo de documentos, por ejemplo, monografías e informes de investigación. En otros géneros se emplean dos grados de titulación: segundo y tercero. En consecuencia, los títulos tendrán tamaños proporcionales, de acuerdo a lo que más adelante se especifica, con propósitos estéticos.
Todos los títulos de cualquier nivel se escriben en negritas. A su vez, debe recordarse que los títulos se escriben en altas y bajas cuando la norma castellana obligue la mayúscula -inicio de frase y nombres propios-. El uso de mayúsculas continuas -como anteriormente se advierte-, se reconoce como error ortográfico.

-Títulos de primer nivel: Letra de 14 puntos (el punto se refiere técnicamente al tamaño de la letra), en negritas (negrillas), centrados.

-Títulos de segundo nivel. Subtítulos: Letra de 12 puntos, en negritas, altas y bajas, centrados.

-Títulos de tercer nivel: Intertítulos: El punto de letra es el mismo del texto. Estos títulos van en negritas, alineados a la izquierda, en altas y bajas, según normativa castellana.

Espacios
-Interlineado del texto: Espacio y medio.
-Interletraje: Normal.
-Interpárrafo: Antes del párrafo: cero. Después del párrafo: 10.
-Título de capítulo: A cuatro centímetros del margen superior
-  Entre título y texto: Dos espacios.
-  Entre texto e intertítulo: Un espacio.
-  Cada capítulo debe empezar en página nueva (impar, en el caso de libros).

Capitulares
El uso del capitular -el recurso gráfico que presenta en cada capítulo la primera letra del texto en mayor tamaño, con o sin detalles arabescos-, es opcional. Se reserva su uso para el inicio de los capítulos, más no para preliminares del informe ni del libro.

Iconos y viñetas
Su uso es opcional, de acuerdo con la semiótica general del documento, sea informe, artículo, análisis, en fin.  El uso iconográfico debe ser discreto, siempre y cuando la normativa institucional lo permita. Por lo regular, se ubican al comienzo de los capítulos y se emplean también para distinguir secciones.

Uso de números y letras
Las primeras páginas del documento, incluyendo presentación, si la hay, deben identificarse con números romanos en minúscula -i, ii, iii, iv, v...-, o en letras del alfabeto castellano, en minúscula -a, b, c, d, e...-. A partir de la Introducción, inclusive, deben emplearse números arábigos consecutivos, comenzando desde el número uno -1, 2, 3, 4, 5...-. Sin embargo, en la primera página de sección o de capítulo no se coloca el número correspondiente: la numeración se registra a partir de la segunda página.

En el desarrollo del texto, las cifras del uno al nueve se escriben en letras, a menos que corresponda su uso a ecuaciones o a referencias matemáticas que así lo exijan; de 10 en adelante se escribirán en números. Cuando se trata de cifras grandes, se combinan los números y las letras. Por ejemplo, trescientos mil 500 dólares; 780 mil habitantes; dos mil 783 inscritos.

En cartas, memos y otros documentos donde se especifique la fecha, se respeta el uso del número.

Ejemplo:
Bogotá, 3 de agosto de 2008. 

Debe tenerse en cuenta que los números menores a 10 no deben llevar cero. 

Ejemplos
Bogotá, 3 de diciembre de 2017. Buenos Aires, 23 de febrero de 2017.

Los meses del año se escriben en minúscula, excepto al inicio de frase o cuando corresponden a un nombre propio.

Ejemplo:
Barrio Siete de Agosto. Unidad Educativa Primero de Mayo. Todo aconteció el 17 de septiembre.

Cuando el número coincide con el inicio de frase o de párrafo, debe presentarse en letras y continuarse de acuerdo a lo ya expuesto.


Ejemplo:
Veinticuatro personas respondieron la pregunta y 48 se abstuvieron.

Identificación de páginas

Las páginas del contenido deben identificarse debidamente en el desarrollo de los capítulos, no en los preliminares ni en la primera página de capítulo. En la parte inferior de la hoja, en una sola línea, centrado, debe aparecer el apellido y nombre del autor; el título de la investigación, en cursiva; y el número de página. Lo anterior en letra normal de diez puntos, tipo times o garamond -lo que se sugiere es que la familia gráfica de la identificación, llamada también fuente de letra, sea distinta a la del contenido del informe. Si el corpus de la obra está en arial, entonces, la identificación de página puede estar en times-.

Si el título excede las cinco palabras, debe emplearse en  la  identificación  de  cada  página  la  guía  de  título:  de tres a cinco palabras, seguidas de puntos suspensivos. La identificación permite que cuando cualquier investigador reproduzca o fotocopie fragmentos del informe, las páginas contengan los datos referidos al autor y a la obra, para los créditos correspondientes. Debe recordarse que para efectos académicos, cuando se reproduce un texto de otra fuente y no se  presentan referencias de autor ni obra, el mismo no es válido, incluso cuando se presente bajo la modalidad de paráfrasis.

Ficha de identificación documental

La Ficha de identificación documental, Fid, es un recurso que permite brindar información breve, concisa y precisa, tanto de una obra, conferencia e investigación, como del autor, contexto e institución. La ficha no debe exceder de una página. El punto de la letra puede ser menor -10 puntos-, de igual manera el interlineado, para permitir que la información que debe reflejar la ficha quepa en la página. Se sugiere su elaboración cuando se efectúen conferencias -a fin de ser entregada a los participantes-. También, para ser incorporada en el informe de investigación y en general en foros, jornadas, encuentros, seminarios en los cuales se efectúe exposición de ideas y se amerite la entrega de información sobre el tema tratado. La ficha debe incorporarse en trabajos, tales como informes de investigación, monografías, ensayos y textos de relativa extensión.
La Fid debe contener:
- Institución, facultad, programa, evento -arriba, a la izquierda-.
- Título -advierte al lector sobre la obra y el contenido, con una extensión sugerida máxima de 10 palabras-.
- Autor: Nombre completo del autor.
- Tema: -Describe brevemente acerca de qué trata la obra, con una extensión estimada de 20 palabras-.
- Palabras clave -tres a cinco-. Estas permiten a través de los bancos de datos y los accesos a redes obtener información relacionada con el tema, y encontrar el documento en cuestión.
- Objetivo.
- Resumen -máximo 100 palabras-.
- Nota curricular del autor -máximo 70 palabras-.,
- Nombre completo del tutor, si es una investigación.
- Dirección profesional del autor. Se sugiere incluir direcciones electrónicas, válidas para ser publicadas.
- Ciudad, país, fecha.

Apéndices y anexos
En un informe de investigación y en cualquier entrega que dé cuenta de una gestión, de un trabajo cumplido, es bueno diferenciar apéndices y anexos. La distinción entre unos y otros es secuencia de los propósitos didácticos e informativos de los documentos, que bien vale la pena tener en cuenta. Los apéndices corresponden a material elaborado como parte de la investigación, fruto del trabajo del cual se rinde cuentas, tales como instrumentos, cuestionarios, formatos y guías. Forman parte del cuerpo del trabajo pues fueron creados para la investigación, en el transcurso de la misma. Los anexos se refieren a material obtenido durante el desarrollo de la investigación, como soporte informativo, como aplicación, producto de otras investigaciones o derivado de actividades, contextos y circunstancias ajenas a la investigación.

En el informe de gestión, como también en el de investigación, deben primero presentarse los apéndices y luego los anexos. De esta manera se indica lo que proviene de la investigación, seguido de aquello que fue tomado de otras investigaciones.

Ubicación de capítulos
Cada capítulo debe empezar en página nueva, impar en el caso de los libros.

Viudas y huérfanos
En el juego de palabras propio del mundo editorial las viudas y huérfanos tienen que ver con las palabras sueltas que quedan en una página, o al comienzo de ella. Viudas, cuando la última línea de texto de un párrafo queda en la página siguiente, y huérfanos cuando la primera línea del texto de un párrafo queda al final de la página anterior -lógicamente, prosigue en la siguiente-. Tanto unas como otros se sugiere ser evitados, pese a que no es algo determinante para la estética del informe. Si se opta por la eliminación, se puede recurrir a la reducción leve del espaciado o a la ampliación del mismo, dependiendo del efecto que se quiera producir.

Orden y contenidos en el informe de investigación

- Portada.
- Página de respeto -hoja blanca-.
- Segunda portada o portada interna, con los datos de la portada.
- Ficha de identificación documental, Fid -ver cuadro-.
-Ficha técnica de la investigación. En esta se especifican entre otros aspectos, título, tipo de investigación, diseño metodológico, pregunta de investigación, objetivos, evento de estudio, unidades, fuentes, técnicas cualitativas, técnicas cuantitativas... La extensión es smiliar a la ficha de identificación: una página.
- Nota de presentación por parte del tutor.
- Índice temático.
- Índice de cuadros.
- Índice infográfico
- Introducción,  a  cargo  del  autor  o  autores  de  la investigación
- Capítulos -se incluye análisis de datos y efectos similares, según el tipo de investigación. De igual manera, propuesta y otros aspectos, si la investigación los incluye-.
- Aspectos complementarios: consideraciones, finales, conclusiones, sugerencias...
- Fuentes.
- Apéndices.
- Anexos.

Sugerencias prácticas para el informe de investigación

Citas, parafraseo y referencias a autores
En el caso de informes de investigación y monografías, entre otros, la referencia al autor y a su obra en el desarrollo de un documento -por cita textual o por parafraseo- debe ser hecha mediante la mención en paréntesis del apellido del autor y del año de la edición de la obra. Al final del documento, se anotan todos los datos de la obra, como se indica adelante-.
Ejemplo de cita:
(Montalve, 1999).

Este aspecto presenta sus variaciones en el caso de las alusiones, en concordancia con el nivel de referencia y de acuerdo al género documental empleado -sea monografía, ensayo, análisis, informe, entre otros-, especialmente en aquellos que no ameritan citas textuales pero sí justifican menciones a autores, obras y contenidos. La alusión consiste en una referencia a autor, obra o contenido que no exige la cita textual o la mención completa a la obra -no incluye datos de la edición, fecha y editorial-. Es importante recalcar que en algunos géneros -informe de investigación, por ejemplo-, obliga indicar debidamente toda cita, referencia, alusión y paráfrasis-.


Ejemplo:
La formulación de objetivos conecta directamente con el pensamiento de Aristóteles [alusión al autor], con su Metafísica [alusión a la obra], la Ética a Nicómaco [alusión a la obra] y otros documentos. El sentido teleológico aristotélico [alusión a la materia] de toda investigación conduce necesariamente a afinar la dirección de todo propósito.

Cuando la cita es textual y tiene menos de 40 palabras (Apa, 1997), debe venir el texto seleccionado  entre comillas, seguido, entre paréntesis, del apellido del autor, el año y el número de página después de dos puntos.



Ejemplo:
(Montalve, 2000:132).
Si la mención al autor y a la obra se mantiene, para evitar repetir la referencia se acude al latinismo abreviado op. cit., en cursiva y entre paréntesis, siempre y cuando no exista referencia a otro autor y obra entre una y otra mención. La abreviatura indica que la obra (opus) ya fue citada.

Ejemplo:
Montalve (op. cit.), admite que la situación del científico está relacionada con las investigaciones que realice […].

Cuando la mención del autor que interesa es a través de otra obra, debe anotarse, entre paréntesis, el apellido y el año del autor, seguido de c. p., que quiere decir, citado por, con el apellido, año y número de página de quien hace la cita de interés.


Ejemplo:
(Duplá, 1991, c. p. García, 2001:251).

Esta manera de hacer la referencia significa que Duplá, en su obra de 1991, es referido por García en su trabajo de 2001.
Cuando la cita corresponde a una obra de dos o más autores, para evitar la mención de todos se sugiere anotar el apellido del primero seguido de la expresión et al., que significa, y otros (et, conjunción copulativa y; al, abreviatura de alia, otros, demás). Debe estar en cursiva y entre paréntesis. Es necesario advertir que este recurso se emplea en el desarrollo del texto pero no en el listado de fuentes, en donde deben aparecer los autores de la obra en cuestión. El propósito de enunciar los autores –a menos que exista un compilador-, es didáctico.

Ejemplo:
López (et al.), 2002, admite que […].

Si la cita textual iguala o supera las 40 palabras, el texto debe ir en párrafo aparte, con reducción de márgenes izquierdo y derecho -dos centímetros a cada lado-, a un espacio, sin comillas -excepto, si el texto tiene comillas internas, las cuales se registran en la selección-, en la misma familia de letra, pero a 10 puntos de tamaño y a interlineado sencillo o normal. Al texto le sigue la referencia al autor, si no ha sido mencionado con anterioridad: en paréntesis, primer apellido del autor, año y número de página (Borjes, 2001:234). Si al autor se le cita posteriormente con respecto a la misma obra, debe indicarse que es obra citada (op. cit.), entre paréntesis y en cursiva.

Si el texto seleccionado supera las 500 palabras, para su reproducción y debido a su amplitud, se sugiere tramitar ante el autor o ante quien posea los derechos editoriales, el respectivo permiso de reproducción (Apa, 1997). Si el texto a ser citado presenta alguna expresión de dudosa ortografía, o un término de contexto o cualquier palabra o expresión que pueda distorsionar el sentido o afectar la posible interpretación del lector, debe acompañarse del latinismo sic, entre corchetes, inmediatamente después de la expresión aludida. Como es sabido, la expresión sic indica que lo transcrito está tal cual en la fuente de donde se toma.

El listado general de fuentes se presenta al final de la obra. Deben diferenciarse las obras consultadas, de las obras sugeridas. La primera selección corresponde a autores, libros, revistas, textos y documentos afines, tanto en físico como de origen electrónico, mencionados directamente en la obra. El segundo listado tiene que ver con autores y obras que se sugieren a fin de ampliar la información sobre el tema tratado, a juicio del autor del documento. Este segundo recurso es de libre elección.

En el listado de fuentes deben presentarse los datos completos -tales como autor, año de la publicación, número de la edición (opcional), título ciudad y editorial, como se especifica en páginas anteriores-, en el siguiente orden:

- Primero: Libros.
- Segundo: Artículos y documentos similares (ponencias, conferencias, fragmentos).
- Tercero: Fuentes electrónicas. Bases  de  datos,  registros tecnológicos, sitios web, blogs...
- Cuarto:  Entrevistas,  conferencias,  cuestionarios  y consultas directas a personas de relevancia e importancia con respecto a los temas tratados -fuentes vivas-.

Para el manejo de la información proveniente de fuentes vivas, el investigador debe contar con el registro en copia dura, técnica o digital -video, grabación, cedé, pendrive u otros-, de las entrevistas y consultas, a fin de respaldar la referencia. Este respaldo puede ser solicitado por otro investigador a fin de verificar la información. Además, cada uno de estos efectos de acopio informativo debe contar con su respectiva ficha de registro donde consten los datos de la fuente, del investigador, lugar, fecha y otros datos necesarios.

Para el manejo de entrevistas, igual consultas a expertos y acciones similares, aparte del registro de imagen y de audio, o de sólo uno de estos efectos, es recomendable la transcripción formal del texto a fin de soportar la literalidad en una forma de referencia directa. Según la importancia del texto, toda la entrevista o el fragmento de interés, en su versión impresa o de transcripción en formato electrónico, se adjunta como anexo, para cotejo de interesados.

Riesgo de plagio

Se considera plagio el uso de citas, párrafos y texto de mayor amplitud cualquiera que se inserta dentro de un documento sin especificar el autor original ni la obra de la cual se toma. El plagio es uno de los vicios del oficio de escribir que motiva sanciones, tales como el rechazo del documento que presente tales evidencias, la anulación de una propuesta de investigación y la admonición pública al responsable. Para evitar el plagio se recomienda efectuar la cita correspondiente -tal como se especifica en párrafos anteriores-, distinguiendo en todo momento el texto tomado de otros autores, del propio.

También corre el riesgo de ser considerado plagio la paráfrasis, pues su uso puede indicar un recurso para la redaccción basado en lo expuesto por otro autor, en el que deliberadamente se quiere evitar la referencia directa. Aunque es más difícil de detectar, no lo es para un conocedor de la temática ni de los autores referidos al tema. Lo correcto es acudir a la referencia, pues de esta manera ganan todos: el autor en cuanto a la fuente, el lector con respecto a la orientación sobre otros autores, y el oficio de escribir en ética y en conocimiento. Se debe recordar que el plagio ocurre tanto con textos como con gráficos, esquemas e infogramas, especialmente cuando corresponden a un ejercicio intelectual abstractivo y de investigación.

El plagio es un engaño que alude a la condición ética del acto de escribir, porque pretende reconocer como autor de un texto a otra persona que no lo es. Su uso desdice de la condición intelectual y de la confiabilidad del autor y del texto objeto de cuestionamiento. Para evitar la acusación de plagio se recomienda una actitud intelectual sana que permita, en el manejo de fuentes, distinguir plenamente el pensamiento de otros autores, del pensamiento de quien elabora el documento. A su vez, tomar conciencia con respecto a la importancia del esfuerzo y de las capacidades propios, a fin de fomentar la confianza en la elaboración de documentos y, en consecuencia, en la definición de estilos de desarrollo intelectual.

Hay que advertir que cuando se sospeche de plagio se debe partir previamente de la buena fe del investigador, y evitar acusaciones hasta tanto no se tenga plenamente comprobado el mismo. No se deben descartar, por supuesto, la coincidencia de pareceres, que ocurren tanto en la forma de redactar y en las estructura de las frases, como en el sentido de lo que se plantea. Cuando se presenten las coincidencias, debe evitarse el juicio con base en la presunción.

Uso  de  negritas,  subrayadocursiva,  “comillas”, [corchetes] y asteriscos (*)

Negritas
Las negritas, también llamadas negrillas, se deben usar en títulos, subtítulos e intertítulos. También, en un texto cualquiera para destacar información que a juicio del autor es fundamental. Y en el listado de fuentes, para mencionar el autor de cada obra: nombre y apellido.

Subrayado
Se usa para indicar en lenguaje de hipertexto, en ambientes tecnológicos, documentos con vínculos, susceptibles de desplegarse como contenido complementario mediante un simple click. Está presente cuando el interesado menciona obras, autores y temas, en el desarrollo del texto, y crea los vínculos para propiciar que el lector pueda visitar los sitios seleccionados, de diferente formato y de variada fuente electrónica. Dada la progresiva importancia del hipertexto, se recomienda el uso de subrayado básicamente para indicar texto con vínculos. En consecuencia, queda eliminado para otros usos.

Ejemplo:

Cursiva o itálica
La cursiva, también conocida como itálica, se emplea básicamente para el título de las obras referidas en un documento y para identificar expresiones de otra lengua -que no han sido incorporadas formalmente al idioma-, como también para advertir sobre tecnicismos y otras expresiones de contexto, incluyendo los latinismos, anglicismos  (ejemplos: op. cit., grosso modo, ad experimentum, in situ, background). Se aconseja también en barbarismos, en modismos, en ciertos tecnicismos y en neologismos.

“Comillas”
Se emplean para hacer referencias textuales, para citas de fuentes vivas y de documentos, siempre que tengan menos de 40 palabras. Las comillas simples (') se emplean para indicar las comillas que trae una cita cuando se transcribe textualmente. En algunos géneros, se usan las comillas también para connotaciones y para efectos asociados con la ironía y la capciosidad, pero esta aplicación debe evitarse pues tiende a confundir el sentido, especialmente si el lector no está familiarizado con este uso. Es recomendable dejar el uso de las comillas sólo para citas directas de un documento, tal como ya se indicó.

[Corchete]
Corresponde a advertencias que se hacen al lector, a cargo de quien elabora un documento, en el transcurso de una cita textual. Deben usarse cuando al citar textualmente, o en el parafraseo, quien hace uso del recurso quiere efectuar observaciones al lector, llamar la atención sobre algo y dejar constancia de ciertas precisiones.

Ejemplo:
De acuerdo a la opinión expresada con cierta vehemencia por uno de los entrevistados, “la situación del país exige que los implicados en la polémica [este aspecto es el que interesa en la presente investigación] se preocupen por buscar la fuente de inspiración” […].

Latinismos
Los latinismos son recursos empleados para efectuar advertencias, cumplir formalidades de estilo y complementar la información, entre otros usos. Es válido su empleo, pero se sugiere mantener la condición latina de esos recursos y evitar, en consecuencia, mezclarlos con los de otro idioma, para efectos de unidad de sentido y estilo. Entre tantas expresiones, se pueden considerar sic; ad. inf, ad infinitum; ad int., ad interim; ad lib., ad líbitum; cfr., conferí; cit., citatus; e.g., exempli gratia; ibid., ibídem...

La expresión de origen latino sic, indica que lo mencionado es tal cual como aparece en el original. Constituye una advertencia al lector a fin de reconocer que tal como está escrito aparece en la fuente de donde proviene la referencia.

Ejemplo: "La justicia es un don que sólo adquiere sentido con la saludable intervención del daodios [sic]. Sin él, es imposible aspirar al equilibrio y a la equidad". Si la advertencia esta dentro de la cita textual, debe ir entre corchetes. Si está fuera de la cita, entre guiones.

Asteriscos
Debe emplearse el asterisco (*) cuando se recurre a la cita pie de página, cuando el autor desea advertir sobre algún aspecto relacionado con el capítulo o con el contenido. Se tiende a evitar su uso como recurso iconográfico, en el enunciado de aspectos, partes, secuencias de procesos. 

Es oportuno tener presente que el uso de citas pie de página se considera un recurso llamado a desaparecer, debido a la distracción que produce en la lectura, además de significar mayor dificultad para los lectores, en el transcurso del estudio de cualquier obra. Por ello, debe apelarse a las citas, tal y como se indica anteriormente.

Signos de puntuación

Punto: Para final de frase.

Coma: Para pausas.

Guión: Para incisos, inserciones oportunas y advertencias. Para la estructura formal de los diálogos.

Punto y coma: En la presentación de enunciados literales, como de aspectos secuenciales de un mismo propósito.

Dos puntos: Para advertir sobre la formulación de un contenido que se anuncia y se expone a continuación.

Puntos suspensivos: Se prefieren para indicar que el texto, o lo enunciado, puede proseguir; para indicar continuidad; para insinuar imprecisión; para substituir el etcétera; entre corchetes [...], para señalar en un texto que se elige para su transcripción, que hay contenido que no se transcribe. Si se emplean paréntesis puede confundir al creerse que el paréntesis está en el texto original. De ahí el empleo de corchetes.

Ejemplos:
La amistad y la solidaridad se manifiestan siempre y en todo lugar y al amparo de variadas circunstancias
Es propio de la hologogía el concebir la educación como un continuo. Al respecto, el autor de la propuesta plantea  que  "la  hologogía  parte  de  una  comprensión del ser humano como totalidad [...] y se sustenta en las posibilidades de cada quien y del contexto, en un proceso autogógico creativo" (Barrera, 2013:45).

Signos de interrogación y de admiración
Estos signos por lo regular indican estados de ánimo, así como también propósitos relacionados con la pregunta -¿?-, la insistencia sobre algo, la exigencia y la admonición -¡!-. Se debe recordar que en idioma castellano estos signos abren y cierran la frase. El punto, en el uso de la interrogación y de la admiración, indican punto final de frase. Luego, colocar un punto adicional después de signo de interrogación o de admiración, es un error.

Existe un uso castellano muy particular de los signos de interrogación y de admiración, empleados para indicar propósitos del interlocutor en el momento determinado, así como también estados de ánimo y variaciones sutiles en la intencionalidad comunicacional. Por ello, es lícito, si la circunstancia así corresponde, comenzar una frase, por ejemplo, con una admiración y cerrarla con la interrogante, o lo contrario (Vivaldi, 1981). Este recurso le da cierta fidelidad al planteamiento de frases, especialmente cuando provienen del lenguaje coloquial, o son producto de sistematizaciones. Se emplean a fin de exteriorizar ciertos propósitos vinculados a  la entonación y a la formalidad tanto oral como escrita. Otro uso, mediante el cual se expresa mayor énfasis tanto en la regunta como en la afirmación, lo constituye el uso simultáneo de los signos. En ciertas oportunidades esta opción es válida, especialmente cuando el propósito corresponde a efectuar afirmaciones con rasgo interrogativo e interrogaciones con cierto dejo de urgencia.

Ejemplos:
¡Qué va a ser de tu vida!
¿Qué va a ser de tu vida?
¡Qué va a ser de tu vida?
¿Qué va a ser de tu vida!
¿¡Qué va a ser de tu vida!?

Puntos y comillas
Después de comillas, viene punto, si es final de frase. Si el punto antecede a las comillas -en el caso de citas textuales-, el punto corresponde a final de frase y, en consecuencia, después de comillas no va punto, pues viene la cita del autor. Debe evitarse el punto anterior a las comillas y dejarlo exclusivamente para después de comillas.
Ejemplo:
Con respecto al tema de la planificación por escenarios, la cual requiere de los protagonistas disciplina, constancia y formación, hay que tener en cuenta que “sin método no existen ni lenguaje común, ni intercambio, ni coherencia, ni estructuración de ideas” (Godet, 1990:9).

Tiempo, persona, modo, lugar y número

El texto es una obra artística que se perfecciona con base en sucesivas revisiones, especialmente cuando corresponde a cierta complejidad académica y científica. Todo producto intelectual -sea informe, ensayo, reflexiones, análisis, artículo, cuento, novela, entre otros géneros-, debe presentar, en su redacción, unidad de persona, de modo, tiempo, género, número…

El informe, por ejemplo, debe ser redactado en tercera persona, con unidad de tiempo, y este puede ser presente o pretérito. Debe existir correspondencia en cuanto al modo gramatical y debe existir congruencia con respecto al número y al lugar. La estructura gramatical debe ser coherente y debe presentar, además, logicidad, ilación, coherencia y armonía. De igual manera, la estructura formal debe lucir en prosodia, sintaxis, sintáctica y morfología.

Mayúsculas
El uso de mayúsculas debe restringirse, a: Inicio de párrafo; comienzo de frase; después de punto seguido y de punto aparte (inicio de frase); en nombres propios de personas e instituciones.

Debe evitarse el uso continuo de mayúsculas en títulos, textos, nombres propios y siglas, para no incurrir en abuso de mayúsculas. De igual manera en acrónimos, cuando estos corresponden a nombres propios, especialmente de instituciones.

Las siglas y los acrónimos reciben tratamiento de nombre propio. Luego, se escriben en altas y bajas. Cuando la sigla contiene dos letras, se sugiere conservar la norma, a menos que haya dificultad en la lectura.

Ejemplos:
Universidad Nacional de Cajamarca, Unc.
Corporación Andina de Fomento, Caf.
Universidad del Norte y del Sur, Uns.
Petróleos del Caribe, Sociedad Anónima, Pcsa.

De acuerdo con la pronunciación de las siglas se usa tilde en las palabras que así lo requieren. El criterio es didáctico, a fin de orientar sobre la forma correcta de pronunciar en el idioma castellano.

Ejemplos:
Petróleos Mexicanos, Pémex. Petróleos de Brasil, Petrobrás. Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol.

Cuando se trata de siglas que presenten tres letras, se escriben en altas y bajas: Ucv, Ctc, Usb. Cuando la sigla tiene dos letras, de igual manera. El uso de mayúsculas en este caso permite advertir al lector sobre la presencia de una sigla. Si el autor decide escribir las siglas de dos letras en altas, o en altas y bajas, debe mantener su uso en el desarrollo del texto. En las abreviaturas se conserva la mayúscula seguida de punto y espacio.

Ejemplo:
Universidad Católica Andrés Bello, U. C. A. B. Si el tratamiento es de sigla, entonces debe escribirse: Ucab.

Fuentes

El listado de fuentes debe hacerse en altas y bajas para evitar el abuso de mayúsculas y, así, propiciar la adecuada acentuación. La referencia a la obra debe presentar la siguiente secuencia: en negritas, apellidos del autor seguidos de los nombres; año de publicación, seguido de coma y el número de la edición -opcional-, en texto normal; luego el título de la obra en cursiva. Ciudad, seguido de dos puntos, editorial y ciudad, en letra normal.

Ejemplo:
Fernández de Silva, Inés Otilia. 2007, 2. Diccionario de investigación holística. Caracas: Quirón-Sypal.

Si la obra pertenece a varios autores, debe procederse así, en el listado general de fuentes: si son dos autores, deben mencionarse los dos, separados por punto y coma, y en negritas. Si son tres o más, se colocan los datos de todos los autores, separados por punto y coma. Si la obra es compilación, debe colocarse los datos del compilador y luego en paréntesis la abreviatura comp. Si la autoría es institucional, debe registrarse el nombre o razón social de la institución, el año, la edición, el título de la obra y a continuación el nombre del departamento, sección, facultad u oficina a cargo de la publicación, la ciudad y el país.

En el caso de revistas, boletines, periódicos o publicaciones seriadas, se procede así: Apellidos y nombres del autor, en negritas; año seguido de coma y número de la edición;  título del artículo entre comillas, nombre de la publicación en cursiva antecedida de la palabra que indique el tipo de publicación (Revista, Boletín, Diario, Semanario, Quincenario, entre otros); ciudad y editorial.
Cuando se trata de capítulos de libros, se procede así: Datos del autor del capítulo, año, número de la edición, título del capítulo entre comillas, nombre de la publicación en cursiva, ciudad y editorial.

Fuentes electrónicas
Si se trata de artículo, documento, texto de variada extensión, que provienen de una base de datos, red, blog y otros sitios de internet, se registra, así:  Apellidos y nombres del autor. Año de la publicación. Título del documento, entre comillas. Nombre de la publicación, o del sitio, en cursiva, país, dos puntos, indicación del sitio exacto de la fuente electrónica -este dato indica indica disponibilidad-. Se concluye con la fecha de la visita, que corresponde a la de descarga de la información: día, mes, año.

Si se trata de libro proveniente de sitio electrónico: Autoría (apellidos, nombres). Año de publicación. Título en cursiva. País. Luego de dos puntos la Dirección del sitio, sea blog, web… Se concluye con la fecha de la visita: día, mes, año.

En oportunidades, es aconsejable consultar previamente con la fuente o con el autor sobre la publicación de la dirección electrónica. Por espíritu de cortesía, es importante hacer llegar a la dirección de la fuente electrónica la información con respecto a la cita, para efectos de conocimiento y estadísticas.

Ejemplo de cita que remite a blog:

Barrera Morales, Marcos Fidel. 2014. "Sugerencias para redactores, comunicadores e investigadores". En Abstracción. Caracas:  http://marfibamo.blogspot.com/2014/04/normas-sypal-para-la-presentacion-de.html. 24.05.2014.

Si se trata de documento en cedé (cd-rom), debe advertirse mediante las letras Cd inmediatamente después del año de publicación. El título del documento o del evento se presenta en cursiva.

Ejemplo:
Santamaría, Rodrigo. 2003. Cd. "Líneas de investigación en instituciones tecnológicas". Jornadas Orientales de Investigación holística. Barcelona, Venezuela: Sypal.

Si el documento a ser referido es inédito, existe pero no se ha publicado, debe indicarse como si fuera una obra cualquiera, colocando la palabra Inédito, en lugar de la editorial.

Ejemplo:
Castro,  Clara.  2004.  Parques  tecnológicos. Caracas: inédito.

Cuando se trata de declaraciones, entrevistas, conferencias y demás efectos provenientes de fuentes vivas, y de las cuales se tengan registros -grabaciones, notas, artículos y documentos-, la cita debe hacerse así: Apellido y nombre del autor (separados por una coma), en negrillas. Año. El título de la conferencia entre comillas, precedida de la abreviatura Conf. El título del evento, en cursiva. Ciudad e institución. Si se requiere, debe indicarse el país. Es importante, además, anotar el código dado a la conferencia, en el registro de documentos y fuentes vivas.

Ejemplos:

Pelayo, Benjamín. 1987. Conf. “Humanismo integral”. Seminario Juventud y cambio. Bogotá: Central de Juventudes, Cedej.

Villalobos Pérez, Nemecio. 1999. Conf. "Las instituciones tecnológicas y la investigación". Primeras Jornadas Internacionales de Investigación Holística. Caracas: Universidad Simón Bolívar.

Cuando en el listado de fuentes se registran dos o más obras de un mismo autor, se procede a anotar el nombre de este en negritas y, luego de dos puntos, las obras aludidas, comenzando por la más actual.

Ejemplo:
Foucault, Michel:
1997. Historia de la sexualidad. Madrid: Siglo XXI.
1992.  La  verdad  y  las  formas  jurídicas.  Barcelona: Gedisa.
1976. Vigilar y castigar. Madrid: Siglo XXI.


 Anexo Normas de Ediciones Quirón


Consideraciones generales
El texto sujeto a estudio, a fin de ser considerada su publicación -como libro, capítulo de libro, artículo y similar-, debe ser inédito y no estar comprometida su publicación con editorial alguna, ni con publicación ni sitio web ni plataforma electrónica. Debe acompañarse con una carta dirigida a los editores mediante la cual se autorice su revisión y su posterior publicación, adjuntando copia de documento de identidad. En dicha comunicación el autor debe especificar que es creador y responsable del trabajo, como también que el uso de fuentes se ha hecho con respeto a la autoría intelectual, como lo norma la práctica internacional. La decisión con respecto a publicar o no la obra corresponde al comité de arbitramiento, conformado por expertos y conocedores sobre los temas tratados, y un representante del grupo editorial.

La decisión es unánime y soberana. Una vez tomada, los interesados reciben la comunicación mediante la cual se notifica si fue o no aceptado el trabajo para su publicación. Esta aceptación no obliga a la Editorial, pues la notificación es una manifestación de propósito que está en relación de dependencia con las posibilidades reales de publicación.

En caso de provenir la selección de textos de un evento especial -foro, seminario, congreso, simposio, jornada, entre otros-, la vinculación a la actividad, por parte del autor del documento a considerar no garantiza la publicación pues el documento es sometido a la consideración del comité de arbitramiento, bajo la óptica de trabajo escrito. Esta advertencia  ocurre porque hay expositores excelentes, con especial dominio de las técnicas de oratoria, que tienen dificultad para la actividad escrita. De igual manera, también existen conferencistas a quienes les cuesta exponer ideas ante un auditorio, pero su redacción es excelente. En unos y otros casos, el comité de arbitramiento comunica las observaciones que considera apropiadas.

Si en la actividad de revisión se detecta plagio, determinado básicamente por incorporación de frases, párrafos y extensiones de contenido tomadas de otras obras, sin la referencia formal respectiva, la Editorial comunicará al autor y a la institución de tal situación y se abstendrá de proseguir con el protocolo. Sin embargo, los costos derivados de la actividad de revisión y evaluación de expertos deberán ser asumidos por el autor de la obra.

El texto original debe procesarse en word. Su entrega debe hacerse en forma digital, aunque la Editorial puede solicitar copia física, en oportunidades.

Cuando la obra en su proceso de producción es asumido por la Editorial, esta respeta los derechos de autor con base en la práctica que consagra el reconocimiento de porcentaje de la producción para el autor. Si son varios autores, este porcentaje de ejemplares se distribuye entre los autores, o se consignan ante la institución que los representa. El porcentaje corresponde a una práctica del libro impreso que ampara la cadena formal, así: porcentaje para el expendedor (librería, punto de venta); porcentaje para el vendedor que funge como visitador y promotor; porcentaje para efectos de administración; porcentaje para impresión; porcentaje para diseño, diagramación y arte final; porcentaje para revisión de textos y arbitraje…

Cuando la obra corresponde a su versión digital, los porcentajes y los derechos cambian, pudiendo el autor recibir mayores montos. Si en la obra a publicarse, el autor –o la institución- cubre algunos costos relacionados con la producción, los porcentajes de reconocimiento son mayores y están determinados por los grados de vinculación. De igual manera cuando las obras son por coedición, con institución, editorial u organismo afín.

La presentación de los trabajos ante la editorial, a fin de ser evaluados para su publicación sigue las normas Sypal, y sigue el siguiente esquema:

Portada:
Datos de la institución -si aplica-.
Datos de la actividad, cuando el texto obedece a la presentación en un foro, panel, seminario, conferencia o evento similar -si aplica-.
Título del trabajo.
Descriptores -si aplica-.
Palabras clave.
Nombre completo del autor.
Nota curricular -máximo 70 palabras-.
Direcciones profesional, electrónica, blog y página web.
Teléfonos.
Ciudad y fecha de la entrega.

Segunda página:
Título del trabajo.
Nombre del autor.
Resumen del texto en idioma castellano: máximo 100 palabras. Transcripción del resumen en un segundo idioma -francés, inglés, alemán-.

Contenido
Las normas de estilo son las Normas Sypal -ver texto anterior-. Entre otras:
Tamaño del papel, carta internacional.
Márgenes: Izquierdo, cuatro centímetros; superior, inferior y derecho, tres centímetros.
Texto: Tamaño de la letra, 11 puntos, con alineación en bloque, con sangría, sin capitulares, ni iconos, sin interpárrafo -los parámetros se confirman en la fase de diagramación, en caso de publicarse-.
Interlineado: Espacio y medio.
Interletraje: Normal.
Títulos: Letra de 14 puntos, en negritas, centrados.
Intertítulos:  Letra de 12  puntos,  negritas,  alineados  a  la izquierda.
Mayúsculas: Uso normal, con base en normas ortográficas. El empleo de mayúsculas continuas se considera abuso de mayúsculas y constituye error ortográfico, tanto en títulos como en contenido.
Si se requiere numeración, preferir arábiga, consecutiva, en las páginas.

En el texto, los números del uno al nueve se escriben en letras, a menos que corresponda su uso a ecuaciones y a referencias matemáticas que así lo exijan. Los números de 10 en adelante, inclusive, se escriben en números.

Cuando se trata de cifras grandes, se combinarán los números y las letras. Por ejemplo, trescientos mil 500 dólares; 780 mil habitantes; mil 783 inscritos. Cuando un número coincide con el inicio de frase o de párrafo, debe escribirse el número en letras al inicio, y continuarse de acuerdo a lo ya expuesto.


Ejemplo:
Veinticuatro personas respondieron la pregunta y 48 se abstuvieron.

Las páginas del contenido deben identificarse en la parte inferior de la hoja (opción pie de página, en el formato). Debe aparecer el apellido y nombre del autor, la guía de título -tres primeras palabras del título del trabajo, seguido de puntos suspensivos-, y el número de página, en tamaño de 10 puntos y en familia gráfica distinta a la del corpus de la obra.

Los gráficos deben ser entregados en archivo aparte, en dos versiones: jpg y tif, debidamente identificados y numerados. En el documento debe indicarse la ubicación de los gráficos.
Los apéndices y los anexos deben ir al final del texto, después de las fuentes.


En actualización: Bogotá, noviembre 2018
Caracas/Bogotá, abril de 2014.
https://www.createspace.com/4769974
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5 comentarios:

  1. Muchas gracias Profesor Ud. Tan atento, El Padre Eterno lo Bendiga y Guarde.

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  2. Profesor Barrera: excelente guía que orienta la elaboración de trabajos escritos, comprende detalles indispensables y complementarios a tener en cuenta en la construcción de texto.

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  3. Gracias, complemento perfecto para lo visto

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  4. Gracias, complemento perfecto para lo que hemos visto

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  5. Gracias, excelente complemento para lo que hemos visto.

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