domingo, mayo 13, 2012

Sistematización de experiencias y generación de teorías


Marcos Fidel Barrera Morales


Sistematizar experiencias, como grupo. Y en dicha experiencia,
las de sus protagonistas. Toda experiencia es susceptible
de ser sistematizada. Foto: Pastorín. San Gil, Colombia.
Son variados los caminos en pro del conocimiento. Algunos provienen de la experiencia. Otros, son producto de la reflexión. No faltan los que derivan de la intuición. Importantes también son los emprendidos por la filosofía, así como de la investigación y la sistematización… ¡La sistematización!

Buena parte del conocimiento universal proviene de esta práctica científica, conocida por innumerables intelectuales y, a su  vez, ignorada por otros más, especialmente en algunos contextos responsables de producir conocimiento y de velar porque el mismo sea idóneo y oportuno. La sistematización de experiencias, que equivale a decir sistematización del conocimiento, sistematización de saberes –ejercicio epistemológico reconstructivista- (Barrera, 2010), tiene como uno de sus objetivos primordiales la generación de teorías. Como lo expresan Ballesteros, y otros, constituye la “actividad metodológica diacrónica, centrada en el estudio de las experiencias, en aras de conocerlas, valorarlas y develar su significado, aportes y teorías” (2012). Otros autores -Colectivo de Sistematizadores, Ciea-Sypal-, la conciben como el "proceso de reflexión sobre el quehacer cotidiano mediante el cual se registra y se categoriza un conjunto de actividades, situaciones, eventos y experiencias de acuerdo a criterios emergentes, a fin de conocer, comprender, valorar..." (2014).

Exige la sistematización que se determine, primero, la experiencia objeto de interés, además la identificación de los procesos que la configuran como tal, en un ejercicio tanto descriptivo como reconstructivista. Cumplida esta tarea,  conviene la misión de develar la teoría que subyace en la experiencia, correspondiendo entonces a un ejercicio que exige respeto intelectual, pues no se trata de la teoría del sistematizador sino de aquella encarnada en la experiencia que se sistematiza. Este esfuerzo permite reconocer los aportes intelectuales de las experiencias, pues demostrado está que detrás de los hechos, de las situaciones, de los procesos y de las situaciones está presente un intangible capaz de explicar el sentido propio de lo que se percibe. Pero esta tarea de presentación de la teoría constituye una actividad de precisión descriptiva, en cierta manera según la esencialidad fenomenológica que expone Husserl: describir, sí, pero describir esencialidades, y esto, en el caso de la sistematización es un intangible que se manifiesta con todo su valor teórico.

La sistematización toca tenerla presente en aquellas entidades y organizaciones interesados en la ciencia, en el conocimiento y en la práctica centrada en saberes. Corresponde a personas vinculadas profesionalmente a las experiencias académicas y científicas interesarse en ella y facilitar actividades para la formación, pues la sistematización tiene sus procedimientos, su rigurosidad y, por ende, sus aportes, distintos a los de la investigación y a los de la planificación. Esta tarea pasa por ayudar a evitar las desviaciones más frecuentes, pues suele confundirse con descripciones (observaciones), o con estudios de caso (diseños), o con investigación acción (tipo de investigación), o con una fase metodológica de una investigación cualquiera...

El desarrollo de la sistematización redunda en la reinvindicación de saberes, en el reconocimiento de las experiencias con sentido propio y en el develamiento del conocimiento susceptible de ser expuesto en todo su valor teorético… De ahí que valga como propósito formal para personas que tienen como característica el saber fruto de su experiencia, y la experiencia fruto de su saber. Para ellos, la sistematización es un recurso de extrema importancia, pues por su intermedio pueden dar a conocer ese saber y esa experiencia, antes que la finitud de su vida lo impida. A su vez, corresponde a una oportunidad de privilegio para experiencias colectivas, societarias, institucionales, que con el pasar de los años perviven y en ese devenir desarrollan iniciativas, propuestas, constructos y saber válido, todo de significativa importancia. De lo contrario, si no se sistematiza, todo ese saber y esa experiencia cultural corren el riesgo de perderse.

También constituye la sistematización una opción extraordinaria para las instancias que deciden en materia científica, para las universidades e instituciones académicas de variada complejidad, a fin de ser incorporada como recurso para la didáctica de los saberes, así como también para la aprobación formal de programas de pre y de postgrado. Tal vez, más de postgrado, dada la complejidad, intensidad y exigencia que la sistematización contiene.

Es importante que las instituciones académicas y científicas incorporen la sistematización como un camino real en el propósito eterno de conocer y de difundir ese conocimiento. Para ello, deben prepararse, obviamente, porque la sistematización es un camino distinto al de la investigación, complementario, pero que requiere métodos, técnicas, estrategias y recursos aplicados a la manera de esta modalidad de la ciencia. Con el tiempo, las universidades tienen que incorporar direcciones de sistematización, departamentos para la sistematización, unidades para la sistematización, grupos y semilleros para la sistematización... También, formar debidamente a los profesionales para este campo científico. Incluye, elaborar planes, diseñar programas y formular proyectos, amén de los respectivos lineamientos, orientaciones y vademécum. Esto obliga a precisar la orientación en términos de asesoría, tutoría y consultoría correspondientes...

La sistematización de experiencias constituye una vía directa, expedita, propia, concreta, para la tarea de conocer, de aprender de ese conocimiento. Es una manera original de facilitar que la condición endógena de los saberes se manifieste, como efecto testimonial pero también como propósito de socialización de los saberes. De ahí que la sistematización exija compartir, obligue a la difusión...

(Libro sugerido del autor: 
Sistematización de experiencias y generación de teorías. 
Caracas: Quirón. 2010.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Referencias
-Colectivo de sistematizadores: 2012: Ballesteros, Aracelis; Barrera, Marcos; Cartaya, Miguel; Ereú, Évelyn; Sandoval, Ramón. “Curso Sistematización de experiencias”. Programa para la formación en Sistematización. Caracas: Ciea-Sypal.
-Barrera, Marcos. 2010. Sistematización de experiencias y generación de teorías. Caracas: Quirón.

-Colectivo de sistematizadores. 2014: Denis Moreno, Ucab. Rosairaima Sulbarán, Universidad de Las Artes. Yureyma Alcántara, Biblioteca Nacional. Goccy Plata, Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada, Unefa. Raúl Rodríguez, Universidad Central de Venezuela. Ivelis Montilla, Universidad Simón Bolívar. Barrera, Marcos, Ciea-Sypal. Élide Hernández, Universidad Central de Venezuela. Delia Rodríguez, Universidad Nacional Abierta. Ygmar Hernández Boyer, Escuela de Hacienda. Adolfo Zapata, Universidad Central de Venezuela. Raúl Lira, Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral. Horacio Oneto, Universidad Bolivariana de Venezuela. Andrés Giussepe, Universidad Central de Venezuela. Karlin Mezones, Instituto Venezolano de Educación y Servicios de Excelencia Educativa, Ivised. Adriana Barrera Rodríguez, Ciea-Sypal. Ucab. Carlos Alberto Morales, Ciea-Sypal.  “Curso Sistematización de experiencias”. Programa para la formación en Sistematización.Caracas: Ciea-Sypal.

-Husserl, Edmund. 1995. Investigaciones lógicas. Barcelona: Altaya.
-----





1 comentario:

  1. Hola! quiero conseguir tu libro de "sistematización de experiencias y generación de teoría". Soy de Argentina y no lo consigo. Hay forma de comprártelo a vos? Gracias!

    ResponderBorrar