sábado, enero 21, 2012

Inventa

Inventa
Marcos Fidel Barrera Morales


Algo bueno de nuestra naturaleza humana, entre tantas cosas, es la capacidad de inventiva. A través de ella resolvemos problemas, atendemos urgencias, actuamos ante contingencias y destrabamos situaciones que, dada su complejidad, parecieran ser auténticos imposibles.
Esta cualidad antropológica, de similar factura a la de otras especies vivas, constituye una condición que, a prori , favorece nuestra sobrevivencia y facilita tanto el actuar, como el pensamiento y las distintas maneras mediante las cuales nos expresamos con autenticidad. Porque la inventiva tiene una particularidad: la ineditud. Cada invento es original. Si las cosas se repitieran, a la manera de un eterno retorno, la inventiva no existiría pues todo se reduciría a una simple manifestación de causa y efecto, o al seguimiento de patrones o a la repetición de pretéritos. Pero no, afortunadamente muchas cosas no son así.

La inventiva tiene que ver con los instantes ante los cuales la racionalidad se obliga; con las oportunidades en las que la experiencia es insuficiente; con las ocasiones en las que el conocimiento se acorta; y, entonces, somos exigidos. Por eso es inventiva: porque se trata de propiciar la novedad de los actos, de las ideas, de las iniciativas, a fin de atender requerimientos inmediatos, tales como, por ejemplo, la reconciliación entre seres que se aman, la determinación de métodos en un propósito cualquiera, el diseño de instrumentos, la explicación de un suceso, el desarrollo de un artefacto, la elaboración de un escrito…
Dada su importancia, la inventiva, que es una condición natural, asociada con la sensibilidad, la intuición y la batería de insumos biofisiológicos, de lógica implicación neurocerebral, debería existir preocupación en cada uno de nosotros en cuanto a su potenciación y en cuanto a la precisión de formas propias, ya que, a fin de evitar generalizaciones y expresiones monótonas, si bien la inventiva es típica del género humano, ¡cada quien inventa a su manera!
¿Qué riñe con la inventiva? Muchas cosas. Por ejemplo, el mecanicismo la afecta. También la reducen los convencionalismos, los condicionamientos, las estructuras, las teorías y las explicaciones oportunistas. Ahh, también el pesimismo, la desconfianza y el desamor. Ni se diga de las rutinas. La inventiva tiene que ver con diseño, arte, oportunidad, emotividad y decisión. Por eso, ante situaciones aparentemente contradictorias, o ante sucesos de supuesta imposible resolución, no nos queda otra que inventar. Y para ello, se requiere decisión, motivación y convencimiento. Y, en oportunidades, simplemente dejarse llevar por el instinto y la lógica natural, con asomos de autonomía, pues la naturaleza también es invención.
La inventiva es fundamental. Es alegre, franca y libre. Genera optimismo y conduce a novedades. Y en el fondo, ¡somos lo que inventamos!
Caracas, 21 de enero de 2012




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