jueves, enero 19, 2012

La motivación-acción

La motivación-acción

Marcos Fidel Barrera Morales

Alegría, motivación, acción.


Marcos Fidel Barrera Morales


El asunto de la motivación es serio. Tiene que ver con deseos y apetitos, preocupaciones y ocupaciones, inspiraciones y aspiraciones. Todavía más, concierne a las realizaciones, porque si no hay motivación, ¿qué se logra?, ¿qué se hace?, ¿qué se cumple!

Toda motivación constituye una fuerza que impele, que dirige y orienta. Esta conduce a los hechos y, en consecuencia, a la resolución de propósitos, a la creación de las realidades que distinguen la vida de cada quien, que antes, durante y después de su logro entusiasman.

Si no hay motivación –de motus, movimiento-, si no hay acción intencional en torno a cosas que entusiasmen, animen y propicien… ¿qué?

Para evitar que la apatía y la indiferencia copen las posibilidades que toda motivación guarda, conviene favorecer las cosas que impulsan la motivación, tales como la formulación de objetivos, los determinación de propósitos, la atención a los deseos, el estudio de necesidades, la identificación de las obligaciones, los imperativos de orden legal y formal, la intensidad del imaginario…

Porque, cualquiera puede proponerse algo o estar urgido de cualquier acción, pero si carece de motivación, entonces, todo se quedará en veremos.

Las motivaciones están justificadas por múltiples aspectos. Ellas son responsables del ímpetu, del esfuerzo y la concreción. Conviene, entonces, favorecerlas mediante el entusiasmo, las actitudes-pro y las acciones que demuestren, tanto su importancia como sus beneficiosos efectos.

Recuerde: sin-motivación-no-hay-acción.
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San Joaquín de Turmero, Aragua, enero de 2012.

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