Inventa
Marcos Fidel Barrera Morales
Algo
bueno de nuestra naturaleza humana, entre tantas cosas, es la capacidad de inventiva.
A través de ella resolvemos problemas, atendemos urgencias, actuamos ante
contingencias y destrabamos situaciones que, dada su complejidad, parecieran
ser auténticos imposibles.
Esta
cualidad antropológica, de similar factura a la de otras especies vivas,
constituye una condición que, a
prori , favorece nuestra sobrevivencia y facilita tanto el actuar,
como el pensamiento y las distintas maneras mediante las cuales nos expresamos
con autenticidad. Porque la inventiva tiene una particularidad: la ineditud.
Cada invento es original. Si las cosas se repitieran, a la manera de un eterno
retorno, la inventiva no existiría pues todo se reduciría a una simple
manifestación de causa y efecto, o al seguimiento de patrones o a la repetición
de pretéritos. Pero no, afortunadamente muchas cosas no son así.
La
inventiva tiene que ver con los instantes ante los cuales la racionalidad se
obliga; con las oportunidades en las que la experiencia es insuficiente; con
las ocasiones en las que el conocimiento se acorta; y, entonces, somos
exigidos. Por eso es inventiva: porque se trata de propiciar la novedad de los
actos, de las ideas, de las iniciativas, a fin de atender requerimientos inmediatos,
tales como, por ejemplo, la reconciliación entre seres que se aman, la
determinación de métodos en un propósito cualquiera, el diseño de instrumentos,
la explicación de un suceso, el desarrollo de un artefacto, la elaboración de
un escrito…
Dada
su importancia, la inventiva, que es una condición natural, asociada con la
sensibilidad, la intuición y la batería de insumos biofisiológicos, de lógica
implicación neurocerebral, debería existir preocupación en cada uno de nosotros
en cuanto a su potenciación y en cuanto a la precisión de formas propias, ya
que, a fin de evitar generalizaciones y expresiones monótonas, si bien la
inventiva es típica del género humano, ¡cada quien inventa a su manera!
¿Qué
riñe con la inventiva? Muchas cosas. Por ejemplo, el mecanicismo la afecta.
También la reducen los convencionalismos, los condicionamientos, las
estructuras, las teorías y las explicaciones oportunistas. Ahh, también el
pesimismo, la desconfianza y el desamor. Ni se diga de las rutinas. La
inventiva tiene que ver con diseño, arte, oportunidad, emotividad y decisión.
Por eso, ante situaciones aparentemente contradictorias, o ante sucesos de
supuesta imposible resolución, no nos queda otra que inventar. Y para ello, se
requiere decisión, motivación y convencimiento. Y, en oportunidades,
simplemente dejarse llevar por el instinto y la lógica natural, con asomos de
autonomía, pues la naturaleza también es invención.
La
inventiva es fundamental. Es alegre, franca y libre. Genera optimismo y conduce
a novedades. Y en el fondo, ¡somos lo que inventamos!
Caracas, 21 de enero de
2012
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