Semántica y argumentación
Para estudiantes del Doctorado
Ciencias de la educación, Umecit, Panamá
Seminario: Corrientes pedagógicas y
filosóficas de la educación
Un dilema digno de ser tenido en cuenta por los
argumentistas y por los estudiosos de las argumentaciones estriba en el uso
indiscriminado de términos cuya implicación de sentido a lo largo de las
afirmaciones es de peso, de importancia extraordinaria, pero que debido a la presunción
de conocimiento puede derivar -este uso- en ambigüedad e imprecisión, cuando no
contradicciones.
Esto se debe a la práctica imaginativa marcada por la
aceptación tácita de que existe un común significado a partir del cual se puede
crear un discurso general –paradigma kuhneano-, de amplia aceptación y entendimiento,
por lo regular soportado en los términos, más que en los significados. Cosa
realmente paradójica. Ante esto, surge la exigencia, entonces, de la necesaria
precisión de términos y conceptos cuando se efectúa un acercamiento destinado a
afinar el sentido de un constructo y, por ende, a formular los conceptos
esenciales, situación que obliga a apelar a semántica particular y a significados
apropiados, en aras de determinar afirmaciones consecuentes, cónsonas con los
propósitos científicos, amén de comunicacionales -asunto, por lo demás, de interés
semasiológico-.
Doctorado Economía, Univ. Simón Bolívar, Barranqilla, Col. |
El acercamiento conceptual a cualquier propósito que
gire en torno al escrito, a la argumentación, a la práctica de los saberes y a
la precisión teorética obliga a la identificación de las tendencias que fungen
como deterministas en las formas de pensar y del raciocinio. Esto, porque
cualquier constructo está mediado por patrones culturales, de igual manera que
por referentes teóricos previos y matrices racionales anteriores al propósito
significacional en ciernes, capaces estos de determinar las maneras, los
estilos y las convenciones relacionados con la elaboración de los argumentos. Por
ello, suele incluso confundirse anticipación con mera confirmación instrumental
de saberes previos. Claro está, esto se advierte mejor si se efectúa el
acercamiento con sentido crítico, especialmente desde la perspectiva
epistemológica.
Importa, entonces, desarrollar la práctica conceptual
que permita, con perspicacia intelectual, identificar amarres ideológicos,
también descubrir los condicionantes semánticos de significado capaces de
perturbar la reflexión, responsables a su vez de comprometer el raciocinio y la
inteligencia en lógicas caracterizadas por la circularidad. Pues, cuando se
presenta esta -la circularidad, en este caso cultural-, queda evidenciado que cada
producto corresponde, entonces, a variaciones de la misma argumentación. Por esto,
se reconocen productos en los cuales aquello que se dice es lo mismo a lo expresado
de otra manera, en otros efectos, reduciéndose la distinción de sentido a
distractores morfológicos, tales como el orden de las afirmaciones, la
distribución de las ideas, igual que de los conceptos y de los términos.
Expresión de una forma de homogeneización y normalización de los saberes, digna
de advertencia y estudio.
En sentido general, se puede advertir que en la
cultura de la circularidad semántica y conceptual está presente la ratificación
de una única manera de ver las cosas, como ejercicio ideológico en grado mayor.
Ideology in real time.
Es de esperar que se perciba esta complicación y, a su
vez, problema conceptual y epistémico, además de filosófico, en toda
argumentación, capaz de reducir las posibilidades de desarrollo intelectual,
incluso los requerimientos más esenciales en materia científica, como -exempli
gratia- la descripción, la
comparación, el análisis, la predicción, la proyección…
Con una actitud crítica, de distanciamiento
intelectual, a la vez que de beligerancia en términos de creatividad, se puede
avanzar en torno al propósito racional de acceder a las formas del pensar
subyacentes en las corrientes y teorías, también en las inquietudes y
prácticas, sean estas tendencias formativas, ideológicas, imaginativas, replicativas,
anticipatorias. Entre otras. De igual manera, con la actividad abierta se
propicia la emergencia conceptual, la novedad, el raciocinio, de igual manera
que el chispazo heurístico.
¿Cómo tener presente estos aspectos en el trabajo científico
y en las argumentaciones?
Marcos Fidel Barrera Morales
Bogotá,
23 de noviembre de 2017
Contacto@cieasypal.com
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