lunes, enero 09, 2012

Los estados de ánimo


Los estados de ánimo

Marcos Fidel Barrera Morales


    Los estados de ánimo son así: compañeros constantes, pasajeros de nuestra psije y expresión de nuestra personalidad. Por ese grado de permanencia se distinguen de las emociones. Lo que pasa es que mientras unos estados de ánimo predominan, como suele suceder, los otros aparentan no estar, estando. Mientras unos tienen una presencia muy marcada, los otros observan desde nuestra interioridad antropológica, esperando la ocasión para manifestarse. Por eso, en momentos de mayor abatimiento, cuando se llega al mayor dramatismo, no queda otro camino más que sonreír, o mirar a lontananza, suspirar, y exclamar… ¡Ni modo! De igual manera ocurre cuando los estados de euforia predominan: en el momento de su clímax, es fácil caer en el llanto y derivar en la tristeza. Acaso, ¿las lágrimas no aparecen cuando estamos tristes, de la misma manera que cuando estamos alegres? ¿Y qué decir de esas oportunidades cuando se cree que tenemos todo, sabiendo que se tiene nada? ¿O cuando nos sabemos en la desgracia, pero en el fondo tenemos la certeza de que hay más desgraciados que nosotros?

    Los estados de ánimo son una constante. Acompañan nuestra vida. Aún más, son la vida misma. Cuántas acciones –y omisiones- no ocurren en su nombre. Cuántas decisiones no se toman en medio del ofuscamiento, o motivados por momentos de compasión, así como de profundo dolor. ¡Y cuántas acciones no propiciamos guiados por la alegría, por el placer o por la euforia!

    A los estados de ánimo no tenemos por qué ni rehuirles ni temerles. Son, ocurren, están, forman parte de nuestra naturaleza y precisan nuestra identidad. Arreglárnoslas con ellos, es la tarea. Conocerlos, ser sus seguidores, es necesario. No nos queda otra. Así, cuando nos afecte cada uno de ellos, como suele sucedernos siempre, a toda hora, podremos disfrutarlos mejor. ¡¡Porque no hay como estar tristes cuando  estamos tristes. No hay como estar alegres cuando estamos alegres. No hay como estar emocionados, cuando las emociones nos arrebatan. No hay como la serenidad, cuando la tranquilidad nos acompaña. Y no hay como amar, cuando corresponde!!

Caracas, enero de 2012.

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