Reflections on educational research and theoretical platform configuration
Abstract: The scientific activity is in research, methods, techniques and procedures, an excellent aid for the formal purpose of obtaining knowledge, as well as for the development of theoretical initiatives. That aid goes further by recognizing contributions from principles and philosophy of science and epistemology are given, as marked expression of a dynamic, inter alia, by the creativity and complexity. Hence in all theoretical platform precision amount of knowledge that is reflective and argumentative thread, according to their characteristics, epistemological and procedures, depending on the opportunity, allowing constitute it as such.
Documento de síntesis de actividades cumplidas en: Universidad de Los Andes. Programa para la formación de tutores e investigadores. Mérida/San Carlos Cojedes. Universidad del Zulia. Diplomado en Investigación y Metodología. 2012-2013. Universidad de Carabobo. Instituto Venezolano de Investigación y Servicios Educativos, Ivised/Upel. Programa Postdoctoral en Investigación Educativa. Auditorio de la Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Carabobo Valencia, Venezuela. 24 de agosto de 2012. Unefa, Maracay, Aragua. Marzo de 2013. El documento ampliado se encuentra en el libro Filosofía de la ciencia, del mismo autor, Caracas 2014.
Investigación y plataformas teóricas
Marcos Fidel Barrera Morales
I
Investigación
La investigación corresponde a la actividad que se desarrolla en torno al
propósito de obtener conocimiento, caracterizado este por la novedad y la ineditud.
Tiene que ver con el quehacer científico, de relativo mediano y largo aliento, que se
realiza en contextos académicos, empresariales, institucionales y sociocomunitarios, hecho
con el propósito de acceder a nuevos saberes. Concierne al esfuerzo efectuado por
profesionales abocados desde el ejercicio de su disciplina a esta tarea: hacer ciencia y, en
consecuencia, aprender, conocer, difundir... En eso radica su actividad y en eso estriba su
importancia.
Variadas definiciones se dan sobre la investigación, estando algunas de ellas
relacionadas con el propósito de presentarla como disciplina auxiliar del proceso de
búsqueda científica, y otras con las maneras directas de acceder a la ciencia. La cada día
mayor coincidencia de las definiciones ocurre en torno a considerar la investigación como una actividad dinámica y de relativa permanencia, así como también en que su finalidad es
la de obtener conocimiento. Al respecto, es importante insistir en que la investigación es
circunstancia progresiva, constante y creativa, cuya intencionalidad esencial se explica en
el descubrimiento de conocimiento, ya que sin éste prácticamente la investigación carece de
sentido. Sobre este aspecto hablan autores y obras, incluyendo la actividad que diversos
colectivos realizan en pro de su comprensión y desarrollo. Por ejemplo, para un grupo de
educadores e investigadores de Puerto Ayacucho, Amazonas, Venezuela, la investigación
es un “Proceso, creativo, flexible, riguroso, científico, cuyo propósito es generar nuevo
conocimiento” (agosto de 2012). De igual manera es aceptada como “un proceso
sistemático, riguroso, artístico, de donde emergen y se explican fenómenos, situaciones,
eventos, y se emplean métodos, técnicas, instrumentos..., todo, a fin de generar
conocimiento nuevo” (2012), por un colectivo de investigadores de Sypal, interesados en la
denominada Investigación interactiva...
Al revisar las variadas definiciones sobre investigación (Hurtado, 2012: 98),
incluyendo la de autores de libros, destacan como fundamentales, entre otros, cuatro
aspectos, en el marco del quehacer científico:
-
La investigación es proceso: La actividad investigativa se desarrolla de forma secuencial, dinámica y progresiva. Es un proceso que incorpora otros procesos, todo lo cual conforma una figura que en matemática puede expresarse como toroidal, o en geometría obedecer a una espiral.
-
La investigación es búsqueda: Está determinada por el ansia de encontrar algo, de ir en pos de objetivos, de finalidades.
-
La investigación es metódica: Tiene soporte en recursos propios de la actividad científica, expresados en método, tácticas, técnicas, diseños, estrategias y otros requerimientos propios de este quehacer.
-
Que está centrada en el conocimiento. Tiene como finalidad fundamental conocer, entendiendo que este conocimiento se caracteriza necesariamente por su novedad, aspecto este que hace de la investigación su especificidad. Es propio de la investigación, en consecuencia, obtener conocimiento nuevo, pues el que ya se conoce corresponde a dos actividades muy concretas, con las cuales suele confundirse la investigación: documentación y sistematización (Barrera, 2010). Con la documentación, se advierte sobre lo que se sabe, con base en la consulta, el arqueo de fuentes, por lo que no es investigación propiamente hablando, sin negar claro está su importancia. Y con la sistematización, se descubre el conocimiento que subyace en las experiencias, lo que hace de ella un método excelente para conocer el saber práctico, el cultural y el experiencial.
II
Momentos relativos al conocimiento producto de la investigación
El conocimiento derivado de la actividad científica –expresión de los propósitos
metodológicos, por lo regular académicos, destinados a propiciar su emergencia-, pasa por
varios momentos relativos a su ubicación y desarrollo, entre los cuales están:
Descripción.
Explicación.
Simbolización.
Descripción
La descripción pasa en una primera instancia por la identificación, la cual
corresponde a la tarea de precisar exactamente un algo -denominado saber, descubrimiento
o conocimiento-. A riesgo de la obviedad, es importante señalar este aspecto pues en no
pocas veces se identifican aspectos, se anuncian características de un conocimiento
cualquiera, dejándose a un lado algo tan elemental como lo es su identificación, la cual
remite al propósito de reconocer algo, de nombrarlo y de, en consecuencia darle, en
términos cartesianos, distinción, o si se prefiere, en palabras de la física, reconocer su
singularidad. Esto, en aras de facilitar su develamiento, evitar la ambigüedad y la
imprecisión, pues si se habla de algo y esto previamente no se ha identificado, entonces, lo
que se diga puede ser adjudicado a cualquier otra cosa. Esta identificación honra el propósito humano de saber, así como la existencia del saber mismo, pues hay saberes que
por no tener el investigador el propósito de conocerlos, se ignoran, aún estando a simple
vista: con identificarlos, en oportunidades, es suficiente. Mucho más, cuando al saber que
se propone hay que crearlo completamente, como es el caso de los diseños, de las
aplicaciones y de las propuestas, tanto de ingenio como artísticas, en las cuales el esfuerzo
de identificación es fundamental. Corresponde, entonces, la descripción, la cual contiene la
tarea de precisar los detalles, la naturaleza de lo que se trata, y los aspectos constitutivos, a
fin de darle identidad y diferenciarlo de cualquier otra forma parecida.
Explicación
La explicación corresponde a una fase necesaria en el desarrollo de las teorías,
pues la simple descripción del constructo como tal, en oportunidades, es insuficiente ante
requerimientos de mayor complejidad. La explicación permite comprender de mejor
manera tanto las teorías como los eventos acerca de los cuales trata, y proveer información
complementaria de suma importancia. También, la explicación aporta fuerza argumentativa
real, a fin de constituirse en teoría formal, en plataforma teórica o en constructo
argumentativo, según sus fortalezas y características.
La explicación implica una descripción de fondo, con respecto a los aspectos
propios de la dinámica, de los procedimientos, de los métodos, de las circunstancias y
demás aspectos que inciden en su constitución. Advierte, también, sobre causas, efectos,
características, como también riesgos y potencialidades. La explicación, que corresponde a
la interpretación, representa una fase escalar de los desarrollos y constructos, caracterizado
por el acercamiento metateórico a fin de acceder a afirmaciones, comprensiones y
desarrollos de segundo piso, lo que fortalece la teoría en principios, estructura y
aplicaciones (García Bacca, 1977). Este propósito hermenéutico requiera la completud de la
fase descriptiva, y gnoseológicamente puede asociarse con las tesis fenomenológicas de
Husserl (1995), en el sentido de evitar al apriorismo y los sesgos ideológicos, aunque en un
momento determinado establece relaciones con teorías, matrices y argumentos distintos.
Simbolización
Los símbolos tienen la característica de expresar de manera sintética la totalidad
del referente, al cual se orienta. Son los símbolos maneras de simplificación, como también
de identificación gestáltica, que en el caso de las teorías sirven de distintivos propios a fin
de ser ubicadas rápida y totalísticamente, ante el espectro de teorías y referentes de variada
naturaleza. De ahí su importancia y su necesaria ocurrencia, la cual se da en oportunidades
como expresión deliberada de los gestores de las teorías, pero en otras ocasiones como
resultante directa de la práctica formal de la teoría.
La simbolización remite a una fase de complejidad teórica que, curiosamente de
manera sintética advierte, como se dijo, sobre una totalidad. Claro, no la explicita, pero sí la
anuncia, la identifica y la presenta como constatación empírica, pues quienes acuden al
símbolo, se presume, conocen la teoría, sin perder de vista el riesgo de adjetivación y de
reduccionismo que todo símbolo entraña.
Este paso lleva necesariamente –como aspecto casi siempre final-, a la precisión
de los rasgos simbólicos, representativos de la totalidad argumentativa, los cuales de
manera sintética se constituyen en referente empírico para la identificación del corpus
teórico en cualquier contexto donde una vez presentado, identificado y estudiado, se
requiere en lo sucesivo su reconocimiento.
III
Las plataformas teóricas
Las plataformas teóricas son productos intelectuales, constructos y efectos de
desarrollo conceptual y filosófico que orientan el devenir y la praxis, con propósitos, por lo
regular, explicativos. Son el conjunto de ideas, principios y propósitos capaces de orientar
la actividad, en un contexto determinado, sea social, cultural, político o científico.
Corresponde la plataforma teórica al corpus de reflexión y de posicionamiento conceptual
que ubica al investigador con respecto al mapa estelar de la filosofía y del conocimiento.
Las plataformas teóricas son producto de un proceso investigativo,
metodológico, en oportunidades, y en otras, es la resultante de la actividad que se cumple,
de los proyectos en los cuales cada quien se inscribe. A su vez, también obedecen al interés
de quienes quieren contar con un recurso para la actividad social, cultural y política, así
como también para el quehacer científico. Su precisión, pasa por determinar criterios de
referencia que, como coordenadas conceptuales, le dan cuerpo suficiente a la propuesta
teorética. Puede equipararse, en cierto modo, con las teorías efectivas (Hawking, 2011),
empleadas en la actividad científica a fin de ajustar un modelo que permita hacer
aproximaciones a una realidad, ante la cual las teorías convencionales no son suficientes.
El riesgo de las plataformas teóricas es la ideologización: que se reduzcan a
frases, recetas y aplicaciones susceptibles de ser implantadas en cualquier contexto, en clara
ignorancia de la idiosincrasia, valores y cultura propios, como suele suceder en política y
economía. Es la ideología un recurso de simplificación que puede negar el valor teórico
propio de los postulados, al reducirse a los parámetros prefigurados, los cuales tienen casi
la categoría de dogma.
La determinación del constructo teórico propio de las plataformas, y la
respectiva validación del mismo, requiere de varias claves, entre las cuales destacan: la
ontológica, la epistemológica, la teleológica, la holística, la caológica, la pragmática, la
ética, la estética, la retórica, la simbólica... Es de esperar que cada plataforma teórica
contenga estas claves, que cada iniciativa teorética las contemple si quiere ser presentada
como propuesta suficientemente válida, o si quiere contar con criterios de reconocimiento
formal de una cualquiera ya existente. Grosso modo, estas claves aluden a diferentes aspectos y pueden enunciarse como:
Onto-lógica: La clave ontológica refiere, por supuesto, al ejercicio conceptual
destinado a precisar aquello acerca de lo cual trata la propuesta teorética. Lo que es, pues
definido lo que es, lo demás aflora. A la manera aristotélica, esta determinación permite
desplegar mínimo 10 categorías, las cuales dan respuesta, consistencia y definición al
fundamento de la propuesta teórica. Entre otros aspectos, la clave ontológica, resuelve, en
la determinación teórica en cuestión, y acerca del ser del cual se ocupa la referida
propuesta, entre otros aspectos, los siguientes: cuál es, qué es, acerca de qué es, cómo es... Además, quién es, cuándo, dónde, con qué, para qué, por qué, cuánto... Como lo relativo a
lo cualitativo y a lo cuantitativo tan sólo se refiere a dos categorías ontológicas (cuál, cuánto), de las diez o más que se estudian con respecto al ser, el énfasis en una u otra
postura es casi trivial, pues con lo cualitativo y cuantitativo “no se expresa una relación
ontológica, ni una diferencia en la realidad, sino simple y exclusivamente una diferencia en
el lenguaje” (Stegmuller, 1979, 30), como también una predilección hacia cualquiera de
esos aspectos distintivos del ser, más no representativos de la totalidad del ser. El ser como
ser se aprehende en toda su amplitud, posibilidad y potencialidad y la manera fáctica
mediante la cual ocurra ese acercamiento es básicamente de interés, u oportunista, por lo
que puede ocurrir mediante una lectura semántica, o numérica, o alfanumérica, según la
predilección del investigador y de su contexto...
Epistemo-lógica: Las maneras aprehensiva y comprensiva del conocimiento
están en consonancia con la matricialidad epistémica en la cual se inscribe el conocedor. Si
su postura es, por ejemplo, estructuralista, las premisas de este modelo, así como las formas
interactivas de hacer ciencia de esa modalidad del saber son determinantes a la hora de
precisar lo que quiere conocerse y lo que se reconoce como conocimiento. Esto es debido a
que es propio de las maneras epistemológicas proveer criterios para la interpretación y el
saber, en aras de configurar el piso conceptual y filosófico que para los efectos puede ser
apreciado metafóricamente como plataforma teórica. A la manera de Hawking, en alusión a
El gran diseño (2011), el realismo, la ontología, depende del modelo. Y según el esquema
de Quine, esbozado en Desde el punto de vista lógico (1987), ontología y epistemología
están profundamente relacionados, pues no habrá ontología sin epistemología, previa.
Claro, otro aspecto a tener en cuenta en la configuración de la teoría -y así lo
advierten los físicos y los teóricos-, tiene que ver con el instante cero de la misma, con las
condiciones iniciales, pues estas son determinantes en la forma como en lo sucesivo se
desarrollen las iniciativas. Los conos de luz devenidos de tal momento, se explican por los
instantes inmediatamente anteriores a todo lo demás, a la manera de una teoría
analógicamente hablando a la del big bang. Si bien es cierto que una historia tiene todas las
historias posibles (Feynman, c. p. Hawking, 2011), epistemológicamente hablando, cada
evento de alguna manera se percibe desde una singularidad epistemológica que,
didácticamente, permite su despliegue interpretativo. De ahí la importancia de esta clave, la
cual aunada a otras lecturas, permite efectuar un mayor acercamiento y comprensión a la
realidad.
Holisticidad: Esta característica alude a la posibilidad de apreciar en cada
plataforma teórica, entre otros aspectos, dos esenciales: uno, el trasfondo de la plataforma
teórica es el conocimiento –como amplitud, existencia y posibilidad-, que sutil y
evidentemente establece nexos, vínculos y ramificaciones con distintos aspectos del
conocimiento, debido especialmente a la condición de totalidad que subyace en toda
propuesta teorética. El todo como todo ampara cualquier desarrollo teorético, más sin
embargo, no es el todo el que conforma la plataforma, pero sí es por el todo que tal
plataforma ocurre, a las maneras metafóricas de la psicología gestalt, que identifica figura y
fondo, siendo la plataforma teórica figura, y la totalidad del conocimiento el fondo. De esta
manera, cualquier giro, cualquier mirada, es una mirada de conocimiento. Del fondo
emergen otros aspectos que establecen vínculos con la plataforma, y también se crean
nuevas opciones... Y dos, la característica de cualquier figura de ser expresión de la
totalidad, a la manera del principio holográfico (Wilber, 2000, Weil, 2001) u hologramático
(Morin, 2000), según el cual el evento contiene el todo, permite aludir al todo, más no es el
todo: es apenas evidencia de totalidad. A la manera de la gota de agua que en su
composición advierte sobre el agua en general, o del átomo que informa sobre cómo es el
universo, o la célula que contiene la información del individuo y de la especie.
Esta holisticidad, apreciada por algunos autores como sistémica, permite
apreciar el sentido de totalidad, propio de la enteridad de toda teoría, la cual como totalidad
regula su desarrollo y propicia la comprensión y perfeccionamiento de todos y cada uno de
los eventos que la constituyen, visto siempre desde la generalidad de la misma. Esta
percepción de las teorías admite la totalidad de la teoría, como sistema, y acepta que los
componentes se ordenan a dicha totalidad, como lo consagra el principio aristotélico: el
todo, mayor que la suma de las partes.
Teleo-lógica: La finalidad del conocimiento es otro aspecto de singular
importancia, a la hora de conocer y de profundizar en lo que se conoce. El conocimiento
tiene su explicación en el conocimiento mismo, aunque es importante tener presente que su
sentido radica –más que en lo que se conoce-, en lo que permite seguir conociendo, pues
tiene efectos de complejidad historicista: remite al pasado conocido, actualiza el
conocimiento en cuanto conoce y constituye, a su vez, una anticipación del conocimiento que está por sucederse. De esta manera se pueden precisar aspectos propios del propósito
de conocer, entre los que destacan:
-El conocimiento se ordena al conocimiento. Se conoce porque se conoce y, una
vez que se conoce, se sigue conociendo.
-El conocimiento es anticipación. Como se conoce para conocer y, una vez que
se conoce, se desea seguir conociendo, el valor del conocimiento, se insiste, más que
radicar en lo que se conoce, se centra en el conocimiento por venir. El valor del
conocimiento no radica en lo que se sabe, sino en lo que está por saberse. De ahí el valor de
anticipación.
-La evaluación del conocimiento se centra en el conocimiento que está por
conocerse, por lo que la heurística es el principal criterio de evaluación. Más que evaluar
memoria, la evaluación es creatividad y se centra sobre el conocimiento que, se sabe,
permite en su momento seguir descubriendo...
El rasgo teleológico del conocimiento es su trascendencia. Por ello, la
anticipación es más que probabilidad: es advertencia de insondables, de permanencia, del
misterio de las cosas, de los seres, de la ciencia, del devenir, del cambio...
Cao-lógica: La clave caológica informa acerca de la condición heurística y de
posibilidades abiertas de las teorías, llamadas a perfeccionarse, pues esta condición evita el
conformismo intelectual, así como la falsa percepción de que se está ante una teoría
suficientemente acabada. Al estar el caos precediendo la condición teorética, al ser
fundamento de ella y al estar apreciada como condición ulterior, le provee a la teoría una
perspectiva necesaria de cambio, como condición permanente. La teoría, que obedece a
cierto orden y, aún más, expresa el orden, tiene como trasfondo lo caológico, lo cual se
constituye como garantía de idoneidad, pues el caos, visto como principio creador, obliga a
la determinación de la teoría –proceso heurístico-, a fin de una vez constituirse como tal
sufrir los cambios que toda teoría confronta (Briggs, 1999).
Pragmática: Los aspectos pragmáticos de las teorías le otorgan fuerza,
estructura y sentido, pues la dimensión fáctica a la que alude conecta con precisiones
también teoréticas necesarias para su fortalecimiento. Tal es el caso del método propio de
las teorías, así como también las técnicas que desarrolla, los recursos que demanda, los
efectos que produce y las estrategias que convoca. A su vez, la dimensión pragmática
permite precisar los protocolos a seguir a fin de conocer la teoría, en su argumentación y
propósito. Este aspecto conlleva la necesaria precisión ética, pues las formas expresivas, la
manera como se hace el abordaje de la misma y las formas operativas consiguientes,
advierten de esta particularidad del lenguaje teórico. Si bien lo ético se asocia con lo moral,
es preciso advertir que el sentido ético de lo teorético tiene que ver con el grado de
correspondencia, en equidad, justicia y pertinencia, de la teoría, con los aspectos propios de
su configuración, en relación al contexto al cual alude. Esto lleva de manera directa al
aspecto general de la teoría por vía de la eticidad, como lo es su esteticidad. La apreciación
desde lo sensible, con criterio de totalidad y armonía implica un reconocimiento formal a la
teoría, pues la esteticidad permite apreciar el sentido de correspondencia, oportunidad y
pertinencia de la teoría, en relación a sí misma y muy probablemente con el contexto al cual
alude. Es la estética la experiencia sensible del desarrollo teórico que hace que sea
admirada, comprendida y aprehendida, en términos sensibles, sin obviar que tal sensibilidad
implica una racionalidad propia de la experiencia estética, ya sea por vía de las emociones o
a través de, en semántica kantiana, la estética trascendental.
Retórica: Concierne lo retórico de las teorías a la explicitación de la misma,
con base en la argumentación necesaria a fin de dar cuenta de ella, de profundizar en su
raciocinio y en determinar las formas conceptuales destinadas a darla a conocer, presentarla
y promoverla. La argumentación constituye el hilo de desarrollo conceptual, determinado
por criterios propios de la estructura de la redacción, como lo son la semántica, logicidad,
coherencia, ilación... A su vez, corresponde a aspectos propios del desarrollo argumental,
los cuales estructuralmente configuran el desarrollo general de la misma, lo cual incluye
tanto categorías cualitativas, como cuantitativas.
Cuando se trata de precisiones semánticas, las categorías son las que
determinan los criterios, tanto de selección como de clasificación; y cuando se trata de
referentes cuantitativos, entonces, números, cantidades y formas geométricas, corresponden
a las formas denotativas. Y cuando se trata de combinar estas formas, entonces, se apela a
argumentaciones en las cuales la explicitación alfanumérica está presente a fin de dar
cuenta, registrar, calcular, proyectar, anticipar, especificar, mediante ecuaciones, lenguaje
intertextual, matricialidad epistemológica, simbolismo...
IV
Procedimientos relacionados con la conformación de teorías
Diversos procedimientos son válidos para el propósito de acceder a
conocimiento nuevo, y configurar con ese conocimiento una propuesta teorética. Los
procedimientos provienen de la tradición científica e intelectual, unos, de la cultura otros, y
algunos están referidos a las tendencias matemáticas, aunque no faltan los curtidos en las
ciencias sociales. Sin embargo, todos son válidos para la tarea de precisar los contenidos
propios de un desarrollo metodológico y de investigación, claro está, según oportunidad,
propósito y desarrollo. Estos procedimientos se orientan a la conformación de las
plataformas teóricas, algunas de las cuales se estructuran como producto de la integración
de saberes, otras como consecuencia de una elección parsimoniosa ante variadas opciones,
otras más devenidas de un efecto ecléctico, sin faltar la decantación y la fragmentación,
como resultantes. Cinco de estos procedimientos destinados a la conformación de las
plataformas teóricas llaman la atención en el presente escrito, dada su influencia y la
importancia que tienen en los procesos que conllevan la configuración de las
argumentaciones científicas: el atomismo, la relación, la abstracción, la integración y los
sintagmas. Al respecto, y sobre cada uno de ellos, puede plantearse, lo siguiente:
Desarrollo teórico atomista
El atomismo trabaja la metáfora racionalista de la descomposición, cuando por
degradación se presenta un aumento progresivo de las posibilidades. También, la
atomización ocurre cuando en apego a la metáfora de Anaxímedes de la rarefacción
(Sanders, 1968), y en términos de la conformación de las teorías, a medida que aumenta la
configuración teorética, aumentan significativamente también -a veces exponencialmente-,
las posibilidades de expansión de la referida teoría y de sus aplicaciones. Bajo los términos
atomistas, en un primer momento una teoría comienza a desgranar su línea gruesa, hasta sus más elementales componentes -línea fina-, y en una segunda oportunidad se amplía en
posibilidades a medida que se estructura como línea gruesa, debido a la riqueza interna
propia de cada concepto, paso o progresión.
Desarrollo teórico por relaciones
El procedimiento relacional tiene medida según el desarrollo teórico permita
establecer vínculos, de acuerdo a la óptica del investigador o de acuerdo a las
características mismas del desarrollo teorético, en cuestión. De esta manera, pueden
establecerse nexos de cualquier índole, siendo las más comunes las relaciones de
inclusión, las de amplitud, las de incumbencia, las de circunstancia, y las arbitrarias o
de interés. Cada una de ellas, en sentido general, indica maneras propias de procedimiento
y de estructuración, las cuales precisan formas de relación que pueden indicarse con la
categorización siguiente:
-Relaciones de inclusión, cuando en el desarrollo teórico los aspectos de la
argumentación están contenidos en otros desarrollos, o se pueden perfectamente incorporar,
sin necesariamente ser mencionados. La inclusión admite la necesaria participación natural
interna, la cual se constata una vez que se hace un esfuerzo analítico de estudio de la teoría,
en ciernes. Esta relación inclusiva permite, a su vez, a través de la amplitud de ideas,
conceptos y afirmaciones, y en pro de la argumentación, complementar la explicitación de
los aspectos teóricos. Esto permite trabajar teorías fronterizas y argumentar con propósitos
inter y transdisciplinarios.
-Relaciones de incumbencia, por estar referidas, también asociadas y
vinculadas de manera directa con los aspectos desarrollados, y por lo cual es preciso
argumentar al respecto. Estas relaciones comprenden la similitud, por el parecido y las
coincidencias, las cuales permiten establecer una red argumentativa suficientemente
representativa. Si bien es cierto que tienen incumbencia, no necesariamente están
incorporadas en el desarrollo teórico inicial, por lo que se distinguen perfectamente de las
anteriormente nombradas, como inclusivas.
-Relaciones de circunstancia, derivadas por hechos, situaciones, incluso
ocasiones de fuerza mayor que obligan a la vinculación y tratamiento de los aspectos de
desarrollo teórico, lo que le da a la teoría también un sentido de oportunidad que justifica
plenamente su desarrollo, al estilo empirista que soportado en el asociacionismo justifica el
conocimiento por proximidad. Esto suele presentarse ante situaciones de contingencia, de
urgencia necesaria, a fin de comprender una complejidad que dada la inmediatez real debe
ser atendida, pero cuya atención es imposible hasta tanto no se describa, se explique y se
interprete.
-Relaciones arbitrarias o de interés, determinadas por el deseo del investigador
de establecer de manera caprichosa, en oportunidades ad experimentum, y en ocasiones de
forma premeditada, tales vinculaciones. Estas relaciones pueden dar apariencia de
arbitrariedad y de aleatoriedad, pero perfectamente pueden configurar un cuerpo de ideas y
de argumentación suficientemente válido, tanto conceptual, filosófica, matemática y
positiva.
Las relaciones anteriores expresan su respectiva logicidad, en correspondencia
con los distintos aspectos que la caracterizan, desde la lógica, tanto la estructura formal
como su desarrollo argumentativo. Sin embargo, hay que advertir que las relaciones lógicas
están sustentadas en las maneras propias de justificar el conocimiento, en atención a los
postulados de las variantes, ya sea las de la lógica proposicional, o de la difusa, o de la
intuicionista, la modal...
Desarrollo teórico por abstracción
La actividad teorética producto de la abstracción corresponde a procesos
creativos determinados por los niveles y procedimientos que buscan de un contexto en
estudio, sea de orden fáctico o racional, extraer aspectos de rasgo teórico susceptibles de
configurar el cuerpo de explicaciones. En consecuencia, más que un ejercicio arbitrario
pseudointelectual, se trata de precisar el intangible cultural, reflexivo y explicativo, a fin de
comprender de mejor manera el referente, al cual remite dicho constructo teórico. Las
abstracciones siempre han constituido un recurso para la ciencia, como actividad intelectual
y como paso del método, pues en un momento determinado del proceso científico se debe
recurrir a ella, para precisar la arquitectura del pensamiento vinculado con el evento en
estudio y los propósitos de la investigación.
La actividad de abstracción requiere entrenamiento conceptual, así como
también capacidad de observación, registro e inferencia, pues constituye una actividad
determinada por la capacidad del investigador de identificar los aspectos de orden racional,
ideal y argumentativo capaces de conformar la estructura argumentativa. Para ello, el
investigador se apoya en instrumentos similares a los que se emplean en procesos de
sistematización, donde por lo regular se registran los acontecimientos y se precisan las
ideas-fuerza, los valores y los criterios filosóficos susceptibles de conformar la teoría. Al
respecto, es importante recordar que este ejercicio de acercamiento a la abstracción y la
teorización está inscrito en el contexto de la investigación, a diferencia de las abstracciones
que se realizan en otra oportunidades y de otra manera, las cuales se expresan posiblemente
bajo otras categorías y fórmulas.
Desarrollo teórico por eulerización
La eulerización corresponde a un proceso mediante el cual los saberes que se
derivan de un desarrollo, en este caso científico, se van integrando progresivamente, a fin
de precisar conceptos nucleares e ideas-fuerza, los cuales determinan la estructura
argumentativa fundamental (Barrera). Se euleriza el conocimiento cuando se inscribe un
saber en otro saber, con un efecto aparentemente obvio: desaparece el primero y emerge el
segundo, conteniendo a partir de esa circunstancia, el segundo al primero. En consecuencia,
la eulerización tiene propósitos de integración, en aras de conformar los presupuestos
teoréticos fundamentales. Debe evitarse la confusión con dos opciones distintas: la
simplificación, la cual es producto de cierto atomismo conceptual, y la parsimonia,
principio este que al provenir del pragmatismo, busca obviar acciones y tareas en aras de
determinar la forma más práctica e inmediata de resolver una situación, o de aceptar una
teoría. La simplificación, como recurso para la concreción teórica, eulerizadamente (Dora,
1998) se resuelve por integración, expresándose entonces esta como complejidad (Morin,
1999), pues ya no se trata de descartar ideas ni propósitos, sino lograr que ocurran a través
de su incorporación en postulados de mayor contenido y efecto. Y en el caso segundo, la
parsimonia se supera al comprenderse que el propósito de las teorías no es de economía,
sino de organización lógica del pensamiento, de concreción de ideas, valores y propósitos,
mediante la inserción en modos del saber y del conocer que contengan más saber, en cada
oportunidad. Esto, sin sacrificar la idoneidad de los postulados y propósitos,
reconociéndose la posibilidad de ser aceptados en nuevas comprensiones, en nuevas
iniciativas.
V
Desarrollo teórico por sintagmas
Sintagma griego
El origen de la expresión sintagma y, en consecuencia, de las primeras
comprensiones se remonta a la antigua Grecia. Inicialmente, el concepto está ligado al de
convergencia, coincidencia (syn) de diversos aspectos constitutivos de un algo, visto como
todo (hol), aspectos que convocados en un propósito representativo producen un efecto,
figura, forma (tagma). Este efecto puede ser constitutivo de la totalidad, esto es, puede
conformar el evento en cuestión o, en su defecto, expresar la referida totalidad de manera
simbólica.
Si bien el nacimiento de la idea de sintagma en términos retóricos y
argumentativos pudiera conectar con la erística zenoniana, la distinción conceptual permite
precisarla de mejor manera, en un sentido natural: se trata el sintagma de la convergencia de diversos factores que, una vez llegados al punto de encuentro configuran, cual
aprehensión gestáltica, un todo determinado. Llegado esto, entonces, el sintagma se devela
con toda su fuerza, sentido, orientación, significación y trascendencia.
Un ejemplo, por lo demás interesante de esta acepción del sintagma griego, se
encuentra en la polis, en donde converge la totalidad de la vida en la Ciudad-Estado de
otrora, pero por diseño urbanístico se cuenta con el diseño de las plazas, en las cuales están
presentes los poderes representativos de la cultura, del poder y de gobierno. Esta
característica urbanística permite que en un área geográfica, determinada por el cuadrado,
por el círculo, o el hexágono, estén presentes las sedes simbólicas de la sociedad y, a su
vez, sirva de encuentro social para acontecimientos de importancia. Es que el sintagma es
factor de aglutinamiento, de encuentro y de ubicación formal.
Es importante tener en cuenta que en el centro de la plaza arquitectónica griega,
por supuesto, están presentes los representantes de los mitos, de las divinidades y de la
religiosidad, capaces de constituir el intangible aglutinador. Este esquema sintagmático
impacta el urbanismo, que luego a través de Roma y de España llega como estructura
inicial constitutiva, y a través de la cual se precisa el hábitat social. De ahí que el núcleo
sintagmático está determinado, en el caso de la creación de las ciudades, en torno a la plaza
pública. En el centro de dicha convergencia está el sitio emblemático donde dioses, héroes
y titanes se yerguen y hacia el cual las miradas convergen. Y a su alrededor, todos los poderes, civil, militar, religioso, legislativo, judicial... Porque eso es la plaza sintagma: una
conformación urbana en la cual converge lo más representativo de la sociedad, capaz de
proveer identidad, legislación, simbolismo y motivación a la polis.
Sintagma gramatical
Los sintagmas gramaticales constituyen explicaciones sobre el habla, que
conducen a precisar cuál es la forma estructural del lenguaje, en una dinámica que
expresada en planos cartesianos está representada por la literalidad (horizontalidad) y la
asociación (verticalidad). Esta dinámica saussureana implica el reconocimiento de la
explicitación lingüística bajo dos aspectos esenciales: uno, dinámica sintáctica explícita, a
partir de un núcleo conceptual, que a su vez es gramatical, el cual se amplía, según la
estructuración de la frase o el hilo comunicacional. Y dos, capacidad sintáctica asociativa
de los términos de la explicitación, lo que permite contar con el potencial desarrollo del
lenguaje y de maneras de desarrollo conceptual, por proximidad. Esta tesis segunda. de
carácter empirista. remite a postulados lockeanos que sustentan el aprendizaje y el
conocimiento por vía de la práctica social a través de áreas de desarrollo próximo. Lo
anterior implica la asociación, mediante la cual se amplía el lenguaje y, por ende el
conocimiento. El análisis implícito condujo a una de las primeras corrientes psicológicas,
conocida como asociacionista, que produjo diversos desarrollos e influencias, como ocurrió
con los desarrollos de Vigowsky -en su tarea de acercamiento a los dilemas del aprendizaje
en infantes con dificultades de aprendizaje-, quien la hizo pedagogía.
En el sintagma gramatical los procesos se dan por la dinámica explicitativa de
la oración, según su énfasis, pues algunas de las frases se conforman en torno al verbo,
otras con respecto al sujeto, otras más según el nombre, o el sustantivo o el adjetivo, lo que
da, entonces, matices a los sintagmas gramaticales, a fin de estructurar, en su amplitud y
desarrollo, la teoría del lenguaje. Esta estructuración, en términos de la frase identifica el
sintagma –línea horizontal- y en torno a a las palabras que la constituyen –línea vertical-,
corresponde a las asociaciones, las cuales para Hjelmslev son paradigmas. Entonces, los
paradigmas constituye en su conjunto el sintagma gramatical, el cual se expresa como
unidad de sentido.
Sintagma comunicacional
La comprensión sintagmática aplicada a la actividad comunicacional, a través
de los desarrollos de Christian Metz, tiene que ver con la presencia de paradigmas, vistos
como relatos de linealidad cruzada, que en el desarrollo de una propuesta audiovisual
cualquiera propician, por diacronía, la aprehensión gestáltica de un proceso significacional
que progresivamente –por sincronías- se configura como gran sintagmática de la imagen.
Este desarrollo tiene las características de continuo relativo, representado por un lado por la
presentación de relatos, que en la medida del desarrollo se estructuran como capítulos.
Estos contienen en su narrativa los relatos –paradigmas-, los cuales en su devenir
conforman por vía de la totalidad la convergencia necesaria que da el sentido a cada una de
las historias. Este tipo de sintagma está centrado en las diacronías, pero se expresa como
sincronía, por la emergencia de capítulos. Si bien es cierto que puede ocurrir un epílogo, en
el cual pueden coincidir los relatos, el efecto sintagmático conclusivo, en esta oportunidad,
tiene la fuerza pretérita de los relatos que en toda su evolución configuran el imaginario
total, así como la valoración, el afecto y la cultura implícita.
El desarrollo de la propuesta sintagmática de la imagen tuvo que superar
inicialmente el monorrelato, esto es, la actividad sígnica centrada en una sola historia
(paradogma). Esto propició la configuración de variadas leyendas, en el mismo relato,
como expresión evidente de un reconocimiento formal, presente también en las ciencias
atómicas: la existencia de paradigmas, representados en la literalidad discursiva mediante la
incorporación de otras lecturas. Esto lo expone el científico Feynman -en la explicación que
da sobre la estructura atómica Stephen Hawking, en El gran diseño-, como la historia que
contiene todas las historias posibles.
Este ejercicio conceptual ayuda a determinar, por ejemplo, en el caso de la
producción audiovisual, la existencia sincrónica de diversos grupos humanos susceptibles
de ser interesados en la producción. A estos grupos, distintos en psicología, contexto y
situación, se busca su identificación con las variadas historias que de manera diacrónica se
presentan, pero cuya responsabilidad taxativa es de orden sincrónico. La suma de estos
efectos permite precisar reconstructivamente una leyenda, capaz de identificar los grupos
de interesados y comprometerlos con regularidades, en el caso de la televisión, con la
sincronía intercultural, en el caso del cine. Al final, se valida la cultura, o se perfecciona
tanto el credo como la ideología, propósitos sintagmáticos de la producción.
Sintagma metodológico
En aspectos relativos a la ciencia, la investigación y la metodología, la actividad
de acercamiento intelectual está relacionado con el reconocimiento de los paradigmas,
como constitutivos de todo relato (teoría, ciencia, efecto, producto, hallazgo), que en su aspecto definitorio se manifiesta como sintagma. En esta conjugación paradigmática,
importa, entonces, la identificación de los paradigmas, la determinación de sus relaciones y
la ubicación del efecto sintagmático que producen, a fin de que en este proceso se conozca,
esto es, se susciten descripciones, análisis, predicciones, teorizaciones y constataciones,
entre otros efectos. Estos procedimientos sintagmáticos obedecen a los criterios del
pensamiento holístico diseñados como recurso para la didáctica del conocimiento,
amparados en la metáfora del sintagma, constituido éste por paradigmas, que al cruzarse
entre sí establecen niveles de relaciones, cuales niveles de complejidad, que una vez
configurados generan instancias de explicitación teorética. Estos niveles son denominados
perceptual, aprehensivo, comprensivo e integrativo, como se explica a nivel de la
filosofía de la ciencia, en el libro Holística (Barrera, 2010), y en el campo de la
metodología, en el libro Metodologia de la investigación (Hurtado, 2010).
Proceso sintagmático
Nivel perceptual
Los procesos sintagmáticos asociados con la actividad científica parten de
identificar el evento en torno al cual se desarrolla la indagación, con propósitos de
desarrollo posterior argumentativo-teórico. El procedimiento está caracterizado por pasos,
como los siguientes: Luego de ser identificado el evento, se procede con su descripción
exhaustiva. Posteriormente, se precisan los paradigmas presentes, ya sea por inferencia o
por abstracción. Se describen y analizan todos y cada uno de los paradigmas identificados.
Más luego, se establecen relaciones entre los paradigmas, cosa que favorece el acceso a
otro nivel de complejidad, caracterizado por la capacidad interpretativa, a partir de las
relaciones entre paradigmas, presentes. De ahí que a esta fase se denomine hermenéutica. A
continuación se precisa el nodo central argumentativo, que corresponde al núcleo
sintagmático. El nudo sintagmático corresponde al corpus fundamental de ideas de la nueva
teoría, para la cual se procede, entonces, con los pasos anteriores, como proceso de
develación heurística por tratarse de un nuevo cuerpo argumentativo, nacido del núcleo
sintagmático...
Bibliografía parcial
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Heredia, Dina; Sánchez, Martha; Caballero, Caballeo; Hernández, Maye; Ismerly Puerta;
Álvarez, Francia; Moreno, Darío; Cardozo, Nurys; Áñez, José; José Becerra. Covo,
Nathalie Marimar.
-Colectivo de Sypal en Caracas, 2012. Alberti, Liuba; Ballesteros, Aracelis; Barrera,
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Fuentes electrónicas
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[PDF] biblo.una.edu.ve/ojs/index.php/UNAINV/article/.../1101. (Visita, septiembre 2012).
http://jair.lab.fi.uva.es/~manugon3/temas/ondas/SupOnd/OndEst/images/Grafico3.gif
Marcos Fidel Barrera Morales
Buenas noches, señor Marcos estoy muy interesada en saber mas sobre hologogia y que me parece una temática muy interesante y nutritiva para el alma, renova los pensamientos y te pone a meditar sobre la vida, haciendote preguntas reflexivas, como ¿que has hecho con tu vida hasta ahora? ¿porque te quejas tanto de lo que tienes? ¿A QUE VINE A ESTA VIDA A SER FELIZ O A SER INFELIZ?
ResponderBorrarLas preocupaciones suyas, Corina, revelan una personalidad centrada en los valores, ética, solidaria, oportuna. Prosigue en esa búsqueda de respuestas a preguntas esenciales. Acerca del tema, en el libro titulado Hologogía -información quironediciones@hotmail.com- amplío la reflexión y dejo, por supuesto, abierto el camino para su ampliación. Muchas gracias por su amable interés.
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