lunes, diciembre 30, 2013

Desarrollo de teorías. Investigación y plataformas teóricas


Reflections on educational research and theoretical platform configuration

Introducción: La actividad científica tiene en la investigación, en sus métodos, técnicas y procedimientos, una excelente ayuda para el propósito formal de obtener conocimiento, así como también para el desarrollo de iniciativas teóricas. Esa ayuda pasa, además, por el reconocimiento de principios y aportes que desde la filosofía de la ciencia y la epistemología se dan, como expresión de una dinámica signada, entre otros aspectos, por la capacidad creativa y la complejidad. De ahí que en toda plataforma teórica importe la precisión del conocimiento que constituye el hilo reflexivo y argumental, según sus características, perspectiva epistemológica y los procedimientos que, dependiendo de la oportunidad, permitan constituirla como tal.
Abstract: The scientific activity is in research, methods, techniques and procedures, an excellent aid for the formal purpose of obtaining knowledge, as well as for the development of theoretical initiatives. That aid goes further by recognizing contributions from principles and philosophy of science and epistemology are given, as marked expression of a dynamic, inter alia, by the creativity and complexity. Hence in all theoretical platform precision amount of knowledge that is reflective and argumentative thread, according to their characteristics, epistemological and procedures, depending on the opportunity, allowing constitute it as such.


Documento de síntesis de actividades cumplidas en: Universidad de Los Andes. Programa para la formación de tutores e investigadores. Mérida/San Carlos Cojedes. Universidad del Zulia. Diplomado en Investigación y Metodología. 2012-2013. Universidad de Carabobo. Instituto Venezolano de Investigación y Servicios Educativos, Ivised/Upel. Programa Postdoctoral en Investigación Educativa. Auditorio de la Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Carabobo Valencia, Venezuela. 24 de agosto de 2012. Unefa, Maracay, Aragua. Marzo de 2013. El documento ampliado se encuentra en el libro Filosofía de la ciencia, del mismo autor,  Caracas 2014.

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Investigación y plataformas teóricas



Marcos Fidel Barrera Morales


I
Investigación

          La investigación corresponde a la actividad que se desarrolla en torno al propósito de obtener conocimiento, caracterizado este por la novedad y la ineditud. Tiene que ver con el quehacer científico, de relativo mediano y largo aliento, que se realiza en contextos académicos, empresariales, institucionales y sociocomunitarios, hecho con el propósito de acceder a nuevos saberes. Concierne al esfuerzo efectuado por profesionales abocados desde el ejercicio de su disciplina a esta tarea: hacer ciencia y, en consecuencia, aprender, conocer, difundir... En eso radica su actividad y en eso estriba su importancia.
          Variadas definiciones se dan sobre la investigación, estando algunas de ellas relacionadas con el propósito de presentarla como disciplina auxiliar del proceso de búsqueda científica, y otras con las maneras directas de acceder a la ciencia. La cada día mayor coincidencia de las definiciones ocurre en torno a considerar la investigación como una actividad dinámica y de relativa permanencia, así como también en que su finalidad es la de obtener conocimiento. Al respecto, es importante insistir en que la investigación es circunstancia progresiva, constante y creativa, cuya intencionalidad esencial se explica en el descubrimiento de conocimiento, ya que sin éste prácticamente la investigación carece de sentido. Sobre este aspecto hablan autores y obras, incluyendo la actividad que diversos colectivos realizan en pro de su comprensión y desarrollo. Por ejemplo, para un grupo de educadores e investigadores de Puerto Ayacucho, Amazonas, Venezuela, la investigación es un “Proceso, creativo, flexible, riguroso, científico, cuyo propósito es generar nuevo conocimiento” (agosto de 2012). De igual manera es aceptada como “un proceso sistemático, riguroso, artístico, de donde emergen y se explican fenómenos, situaciones, eventos, y se emplean métodos, técnicas, instrumentos..., todo, a fin de generar conocimiento nuevo” (2012), por un colectivo de investigadores de Sypal, interesados en la denominada Investigación interactiva...
          Al revisar las variadas definiciones sobre investigación (Hurtado, 2012: 98), incluyendo la de autores de libros, destacan como fundamentales, entre otros, cuatro aspectos, en el marco del quehacer científico:
  1. La investigación es proceso: La actividad investigativa se desarrolla de forma secuencial, dinámica y progresiva. Es un proceso que incorpora otros procesos, todo lo cual conforma una figura que en matemática puede expresarse como toroidal, o en geometría obedecer a una espiral.
  2. La investigación es búsqueda: Está determinada por el ansia de encontrar algo, de ir en pos de objetivos, de finalidades.
  3. La investigación es metódica: Tiene soporte en recursos propios de la actividad científica, expresados en método, tácticas, técnicas, diseños, estrategias y otros requerimientos propios de este quehacer.
  4. Que está centrada en el conocimiento. Tiene como finalidad fundamental conocer, entendiendo que este conocimiento se caracteriza necesariamente por su novedad, aspecto este que hace de la investigación su especificidad. Es propio de la investigación, en consecuencia, obtener conocimiento nuevo, pues el que ya se conoce corresponde a dos actividades muy concretas, con las cuales suele confundirse la investigación: documentación y sistematización (Barrera, 2010). Con la documentación, se advierte sobre lo que se sabe, con base en la consulta, el arqueo de fuentes, por lo que no es investigación propiamente hablando, sin negar claro está su importancia. Y con la sistematización, se descubre el conocimiento que subyace en las experiencias, lo que hace de ella un método excelente para conocer el saber práctico, el cultural y el experiencial.


II

Momentos relativos al conocimiento producto de la investigación


          El conocimiento derivado de la actividad científica –expresión de los propósitos metodológicos, por lo regular académicos, destinados a propiciar su emergencia-, pasa por varios momentos relativos a su ubicación y desarrollo, entre los cuales están:
                                                                       Descripción. 
                                                                       Explicación.
                                                                       Simbolización.

Descripción
          La descripción pasa en una primera instancia por la identificación, la cual corresponde a la tarea de precisar exactamente un algo -denominado saber, descubrimiento o conocimiento-. A riesgo de la obviedad, es importante señalar este aspecto pues en no pocas veces se identifican aspectos, se anuncian características de un conocimiento cualquiera, dejándose a un lado algo tan elemental como lo es su identificación, la cual remite al propósito de reconocer algo, de nombrarlo y de, en consecuencia darle, en términos cartesianos, distinción, o si se prefiere, en palabras de la física, reconocer su singularidad. Esto, en aras de facilitar su develamiento, evitar la ambigüedad y la imprecisión, pues si se habla de algo y esto previamente no se ha identificado, entonces, lo que se diga puede ser adjudicado a cualquier otra cosa. Esta identificación honra el propósito humano de saber, así como la existencia del saber mismo, pues hay saberes que por no tener el investigador el propósito de conocerlos, se ignoran, aún estando a simple vista: con identificarlos, en oportunidades, es suficiente. Mucho más, cuando al saber que se propone hay que crearlo completamente, como es el caso de los diseños, de las aplicaciones y de las propuestas, tanto de ingenio como artísticas, en las cuales el esfuerzo de identificación es fundamental. Corresponde, entonces, la descripción, la cual contiene la tarea de precisar los detalles, la naturaleza de lo que se trata, y los aspectos constitutivos, a fin de darle identidad y diferenciarlo de cualquier otra forma parecida.

Explicación
          La explicación corresponde a una fase necesaria en el desarrollo de las teorías, pues la simple descripción del constructo como tal, en oportunidades, es insuficiente ante requerimientos de mayor complejidad. La explicación permite comprender de mejor manera tanto las teorías como los eventos acerca de los cuales trata, y proveer información complementaria de suma importancia. También, la explicación aporta fuerza argumentativa real, a fin de constituirse en teoría formal, en plataforma teórica o en constructo argumentativo, según sus fortalezas y características.
          La explicación implica una descripción de fondo, con respecto a los aspectos propios de la dinámica, de los procedimientos, de los métodos, de las circunstancias y demás aspectos que inciden en su constitución. Advierte, también, sobre causas, efectos, características, como también riesgos y potencialidades. La explicación, que corresponde a la interpretación, representa una fase escalar de los desarrollos y constructos, caracterizado por el acercamiento metateórico a fin de acceder a afirmaciones, comprensiones y desarrollos de segundo piso, lo que fortalece la teoría en principios, estructura y aplicaciones (García Bacca, 1977). Este propósito hermenéutico requiera la completud de la fase descriptiva, y gnoseológicamente puede asociarse con las tesis fenomenológicas de Husserl (1995), en el sentido de evitar al apriorismo y los sesgos ideológicos, aunque en un momento determinado establece relaciones con teorías, matrices y argumentos distintos.

Simbolización
          Los símbolos tienen la característica de expresar de manera sintética la totalidad del referente, al cual se orienta. Son los símbolos maneras de simplificación, como también de identificación gestáltica, que en el caso de las teorías sirven de distintivos propios a fin de ser ubicadas rápida y totalísticamente, ante el espectro de teorías y referentes de variada naturaleza. De ahí su importancia y su necesaria ocurrencia, la cual se da en oportunidades como expresión deliberada de los gestores de las teorías, pero en otras ocasiones como resultante directa de la práctica formal de la teoría.
          La simbolización remite a una fase de complejidad teórica que, curiosamente de manera sintética advierte, como se dijo, sobre una totalidad. Claro, no la explicita, pero sí la anuncia, la identifica y la presenta como constatación empírica, pues quienes acuden al símbolo, se presume, conocen la teoría, sin perder de vista el riesgo de adjetivación y de reduccionismo que todo símbolo entraña.
          Este paso lleva necesariamente –como aspecto casi siempre final-, a la precisión de los rasgos simbólicos, representativos de la totalidad argumentativa, los cuales de manera sintética se constituyen en referente empírico para la identificación del corpus teórico en cualquier contexto donde una vez presentado, identificado y estudiado, se requiere en lo sucesivo su reconocimiento.



III

Las plataformas teóricas


          Las plataformas teóricas son productos intelectuales, constructos y efectos de desarrollo conceptual y filosófico que orientan el devenir y la praxis, con propósitos, por lo regular, explicativos. Son el conjunto de ideas, principios y propósitos capaces de orientar la actividad, en un contexto determinado, sea social, cultural, político o científico. Corresponde la plataforma teórica al corpus de reflexión y de posicionamiento conceptual que ubica al investigador con respecto al mapa estelar de la filosofía y del conocimiento.
         Las plataformas teóricas son producto de un proceso investigativo, metodológico, en oportunidades, y en otras, es la resultante de la actividad que se cumple,
de los proyectos en los cuales cada quien se inscribe. A su vez, también obedecen al interés de quienes quieren contar con un recurso para la actividad social, cultural y política, así como también para el quehacer científico. Su precisión, pasa por determinar criterios de referencia que, como coordenadas conceptuales, le dan cuerpo suficiente a la propuesta teorética. Puede equipararse, en cierto modo, con las teorías efectivas (Hawking, 2011), empleadas en la actividad científica a fin de ajustar un modelo que permita hacer aproximaciones a una realidad, ante la cual las teorías convencionales no son suficientes.
          El riesgo de las plataformas teóricas es la ideologización: que se reduzcan a frases, recetas y aplicaciones susceptibles de ser implantadas en cualquier contexto, en clara ignorancia de la idiosincrasia, valores y cultura propios, como suele suceder en política y economía. Es la ideología un recurso de simplificación que puede negar el valor teórico propio de los postulados, al reducirse a los parámetros prefigurados, los cuales tienen casi la categoría de dogma.
          La determinación del constructo teórico propio de las plataformas, y la respectiva validación del mismo, requiere de varias claves, entre las cuales destacan: la ontológica, la epistemológica, la teleológica, la holística, la caológica, la pragmática, la ética, la estética, la retórica, la simbólica... Es de esperar que cada plataforma teórica contenga estas claves, que cada iniciativa teorética las contemple si quiere ser presentada como propuesta suficientemente válida, o si quiere contar con criterios de reconocimiento formal de una cualquiera ya existente. Grosso modo, estas claves aluden a diferentes aspectos y pueden enunciarse como:

Onto-lógica: La clave ontológica refiere, por supuesto, al ejercicio conceptual destinado a precisar aquello acerca de lo cual trata la propuesta teorética. Lo que es, pues definido lo que es, lo demás aflora. A la manera aristotélica, esta determinación permite desplegar mínimo 10 categorías, las cuales dan respuesta, consistencia y definición al fundamento de la propuesta teórica. Entre otros aspectos, la clave ontológica, resuelve, en la determinación teórica en cuestión, y acerca del ser del cual se ocupa la referida propuesta, entre otros aspectos, los siguientes: cuál es, qué es, acerca de qué es, cómo es... Además, quién es, cuándo, dónde, con qué, para qué, por qué, cuánto... Como lo relativo a lo cualitativo y a lo cuantitativo tan sólo se refiere a dos categorías ontológicas (cuál, cuánto), de las diez o más que se estudian con respecto al ser, el énfasis en una u otra postura es casi trivial, pues con lo cualitativo y cuantitativo “no se expresa una relación ontológica, ni una diferencia en la realidad, sino simple y exclusivamente una diferencia en el lenguaje” (Stegmuller, 1979, 30), como también una predilección hacia cualquiera de esos aspectos distintivos del ser, más no representativos de la totalidad del ser. El ser como ser se aprehende en toda su amplitud, posibilidad y potencialidad y la manera fáctica mediante la cual ocurra ese acercamiento es básicamente de interés, u oportunista, por lo que puede ocurrir mediante una lectura semántica, o numérica, o alfanumérica, según la predilección del investigador y de su contexto...

Epistemo-lógica: Las maneras aprehensiva y comprensiva del conocimiento están en consonancia con la matricialidad epistémica en la cual se inscribe el conocedor. Si su postura es, por ejemplo, estructuralista, las premisas de este modelo, así como las formas interactivas de hacer ciencia de esa modalidad del saber son determinantes a la hora de precisar lo que quiere conocerse y lo que se reconoce como conocimiento. Esto es debido a que es propio de las maneras epistemológicas proveer criterios para la interpretación y el saber, en aras de configurar el piso conceptual y filosófico que para los efectos puede ser apreciado metafóricamente como plataforma teórica. A la manera de Hawking, en alusión a El gran diseño (2011), el realismo, la ontología, depende del modelo. Y según el esquema de Quine, esbozado en Desde el punto de vista lógico (1987), ontología y epistemología están profundamente relacionados, pues no habrá ontología sin epistemología, previa.
Claro, otro aspecto a tener en cuenta en la configuración de la teoría -y así lo advierten los físicos y los teóricos-, tiene que ver con el instante cero de la misma, con las condiciones iniciales, pues estas son determinantes en la forma como en lo sucesivo se desarrollen las iniciativas. Los conos de luz devenidos de tal momento, se explican por los instantes inmediatamente anteriores a todo lo demás, a la manera de una teoría analógicamente hablando a la del big bang. Si bien es cierto que una historia tiene todas las historias posibles (Feynman, c. p. Hawking, 2011), epistemológicamente hablando, cada evento de alguna manera se percibe desde una singularidad epistemológica que, didácticamente, permite su despliegue interpretativo. De ahí la importancia de esta clave, la cual aunada a otras lecturas, permite efectuar un mayor acercamiento y comprensión a la realidad.

Holisticidad: Esta característica alude a la posibilidad de apreciar en cada plataforma teórica, entre otros aspectos, dos esenciales: uno, el trasfondo de la plataforma teórica es el conocimiento –como amplitud, existencia y posibilidad-, que sutil y evidentemente establece nexos, vínculos y ramificaciones con distintos aspectos del conocimiento, debido especialmente a la condición de totalidad que subyace en toda propuesta teorética. El todo como todo ampara cualquier desarrollo teorético, más sin embargo, no es el todo el que conforma la plataforma, pero sí es por el todo que tal plataforma ocurre, a las maneras metafóricas de la psicología gestalt, que identifica figura y fondo, siendo la plataforma teórica figura, y la totalidad del conocimiento el fondo. De esta manera, cualquier giro, cualquier mirada, es una mirada de conocimiento. Del fondo emergen otros aspectos que establecen vínculos con la plataforma, y también se crean nuevas opciones... Y dos, la característica de cualquier figura de ser expresión de la totalidad, a la manera del principio holográfico (Wilber, 2000, Weil, 2001) u hologramático (Morin, 2000), según el cual el evento contiene el todo, permite aludir al todo, más no es el todo: es apenas evidencia de totalidad. A la manera de la gota de agua que en su composición advierte sobre el agua en general, o del átomo que informa sobre cómo es el universo, o la célula que contiene la información del individuo y de la especie.
         Esta holisticidad, apreciada por algunos autores como sistémica, permite apreciar el sentido de totalidad, propio de la enteridad de toda teoría, la cual como totalidad regula su desarrollo y propicia la comprensión y perfeccionamiento de todos y cada uno de los eventos que la constituyen, visto siempre desde la generalidad de la misma. Esta percepción de las teorías admite la totalidad de la teoría, como sistema, y acepta que los componentes se ordenan a dicha totalidad, como lo consagra el principio aristotélico: el todo, mayor que la suma de las partes.

Teleo-lógica: La finalidad del conocimiento es otro aspecto de singular importancia, a la hora de conocer y de profundizar en lo que se conoce. El conocimiento tiene su explicación en el conocimiento mismo, aunque es importante tener presente que su sentido radica –más que en lo que se conoce-, en lo que permite seguir conociendo, pues tiene efectos de complejidad historicista: remite al pasado conocido, actualiza el conocimiento en cuanto conoce y constituye, a su vez, una anticipación del conocimiento que está por sucederse. De esta manera se pueden precisar aspectos propios del propósito de conocer, entre los que destacan:
-El conocimiento se ordena al conocimiento. Se conoce porque se conoce y, una vez que se conoce, se sigue conociendo.
-El conocimiento es anticipación. Como se conoce para conocer y, una vez que se conoce, se desea seguir conociendo, el valor del conocimiento, se insiste, más que radicar en lo que se conoce, se centra en el conocimiento por venir. El valor del conocimiento no radica en lo que se sabe, sino en lo que está por saberse. De ahí el valor de anticipación.
-La evaluación del conocimiento se centra en el conocimiento que está por conocerse, por lo que la heurística es el principal criterio de evaluación. Más que evaluar memoria, la evaluación es creatividad y se centra sobre el conocimiento que, se sabe, permite en su momento seguir descubriendo...
El rasgo teleológico del conocimiento es su trascendencia. Por ello, la anticipación es más que probabilidad: es advertencia de insondables, de permanencia, del misterio de las cosas, de los seres, de la ciencia, del devenir, del cambio...

Cao-lógica: La clave caológica informa acerca de la condición heurística y de posibilidades abiertas de las teorías, llamadas a perfeccionarse, pues esta condición evita el conformismo intelectual, así como la falsa percepción de que se está ante una teoría suficientemente acabada. Al estar el caos precediendo la condición teorética, al ser fundamento de ella y al estar apreciada como condición ulterior, le provee a la teoría una perspectiva necesaria de cambio, como condición permanente. La teoría, que obedece a cierto orden y, aún más, expresa el orden, tiene como trasfondo lo caológico, lo cual se constituye como garantía de idoneidad, pues el caos, visto como principio creador, obliga a la determinación de la teoría –proceso heurístico-, a fin de una vez constituirse como tal sufrir los cambios que toda teoría confronta (Briggs, 1999).

Pragmática: Los aspectos pragmáticos de las teorías le otorgan fuerza, estructura y sentido, pues la dimensión fáctica a la que alude conecta con precisiones también teoréticas necesarias para su fortalecimiento. Tal es el caso del método propio de las teorías, así como también las técnicas que desarrolla, los recursos que demanda, los
efectos que produce y las estrategias que convoca. A su vez, la dimensión pragmática permite precisar los protocolos a seguir a fin de conocer la teoría, en su argumentación y propósito. Este aspecto conlleva la necesaria precisión ética, pues las formas expresivas, la manera como se hace el abordaje de la misma y las formas operativas consiguientes, advierten de esta particularidad del lenguaje teórico. Si bien lo ético se asocia con lo moral, es preciso advertir que el sentido ético de lo teorético tiene que ver con el grado de correspondencia, en equidad, justicia y pertinencia, de la teoría, con los aspectos propios de su configuración, en relación al contexto al cual alude. Esto lleva de manera directa al aspecto general de la teoría por vía de la eticidad, como lo es su esteticidad. La apreciación desde lo sensible, con criterio de totalidad y armonía implica un reconocimiento formal a la teoría, pues la esteticidad permite apreciar el sentido de correspondencia, oportunidad y pertinencia de la teoría, en relación a sí misma y muy probablemente con el contexto al cual alude. Es la estética la experiencia sensible del desarrollo teórico que hace que sea admirada, comprendida y aprehendida, en términos sensibles, sin obviar que tal sensibilidad implica una racionalidad propia de la experiencia estética, ya sea por vía de las emociones o a través de, en semántica kantiana, la estética trascendental.

Retórica: Concierne lo retórico de las teorías a la explicitación de la misma, con base en la argumentación necesaria a fin de dar cuenta de ella, de profundizar en su raciocinio y en determinar las formas conceptuales destinadas a darla a conocer, presentarla y promoverla. La argumentación constituye el hilo de desarrollo conceptual, determinado por criterios propios de la estructura de la redacción, como lo son la semántica, logicidad, coherencia, ilación... A su vez, corresponde a aspectos propios del desarrollo argumental, los cuales estructuralmente configuran el desarrollo general de la misma, lo cual incluye tanto categorías cualitativas, como cuantitativas.
          Cuando se trata de precisiones semánticas, las categorías son las que determinan los criterios, tanto de selección como de clasificación; y cuando se trata de referentes cuantitativos, entonces, números, cantidades y formas geométricas, corresponden a las formas denotativas. Y cuando se trata de combinar estas formas, entonces, se apela a argumentaciones en las cuales la explicitación alfanumérica está presente a fin de dar cuenta, registrar, calcular, proyectar, anticipar, especificar, mediante ecuaciones, lenguaje intertextual, matricialidad epistemológica, simbolismo...


IV
Procedimientos relacionados con la conformación de teorías

          Diversos procedimientos son válidos para el propósito de acceder a conocimiento nuevo, y configurar con ese conocimiento una propuesta teorética. Los procedimientos provienen de la tradición científica e intelectual, unos, de la cultura otros, y algunos están referidos a las tendencias matemáticas, aunque no faltan los curtidos en las ciencias sociales. Sin embargo, todos son válidos para la tarea de precisar los contenidos propios de un desarrollo metodológico y de investigación, claro está, según oportunidad, propósito y desarrollo. Estos procedimientos se orientan a la conformación de las plataformas teóricas, algunas de las cuales se estructuran como producto de la integración de saberes, otras como consecuencia de una elección parsimoniosa ante variadas opciones, otras más devenidas de un efecto ecléctico, sin faltar la decantación y la fragmentación, como resultantes. Cinco de estos procedimientos destinados a la conformación de las plataformas teóricas llaman la atención en el presente escrito, dada su influencia y la importancia que tienen en los procesos que conllevan la configuración de las argumentaciones científicas: el atomismo, la relación, la abstracción, la integración y los sintagmas. Al respecto, y sobre cada uno de ellos, puede plantearse, lo siguiente:

Desarrollo teórico atomista
          El atomismo trabaja la metáfora racionalista de la descomposición, cuando por degradación se presenta un aumento progresivo de las posibilidades. También, la atomización ocurre cuando en apego a la metáfora de Anaxímedes de la rarefacción (Sanders, 1968), y en términos de la conformación de las teorías, a medida que aumenta la configuración teorética, aumentan significativamente también -a veces exponencialmente-, las posibilidades de expansión de la referida teoría y de sus aplicaciones. Bajo los términos atomistas, en un primer momento una teoría comienza a desgranar su línea gruesa, hasta sus más elementales componentes -línea fina-, y en una segunda oportunidad se amplía en posibilidades a medida que se estructura como línea gruesa, debido a la riqueza interna propia de cada concepto, paso o progresión.

Desarrollo teórico por relaciones
          El procedimiento relacional tiene medida según el desarrollo teórico permita establecer vínculos, de acuerdo a la óptica del investigador o de acuerdo a las características mismas del desarrollo teorético, en cuestión. De esta manera, pueden establecerse nexos de cualquier índole, siendo las más comunes las relaciones de inclusión, las de amplitud, las de incumbencia, las de circunstancia, y las arbitrarias o de interés. Cada una de ellas, en sentido general, indica maneras propias de procedimiento y de estructuración, las cuales precisan formas de relación que pueden indicarse con la categorización siguiente:
-Relaciones de inclusión, cuando en el desarrollo teórico los aspectos de la argumentación están contenidos en otros desarrollos, o se pueden perfectamente incorporar, sin necesariamente ser mencionados. La inclusión admite la necesaria participación natural interna, la cual se constata una vez que se hace un esfuerzo analítico de estudio de la teoría, en ciernes. Esta relación inclusiva permite, a su vez, a través de la amplitud de ideas, conceptos y afirmaciones, y en pro de la argumentación, complementar la explicitación de los aspectos teóricos. Esto permite trabajar teorías fronterizas y argumentar con propósitos inter y transdisciplinarios.
-Relaciones de incumbencia, por estar referidas, también asociadas y vinculadas de manera directa con los aspectos desarrollados, y por lo cual es preciso argumentar al respecto. Estas relaciones comprenden la similitud, por el parecido y las coincidencias, las cuales permiten establecer una red argumentativa suficientemente representativa. Si bien es cierto que tienen incumbencia, no necesariamente están incorporadas en el desarrollo teórico inicial, por lo que se distinguen perfectamente de las anteriormente nombradas, como inclusivas.
-Relaciones de circunstancia, derivadas por hechos, situaciones, incluso ocasiones de fuerza mayor que obligan a la vinculación y tratamiento de los aspectos de
desarrollo teórico, lo que le da a la teoría también un sentido de oportunidad que justifica plenamente su desarrollo, al estilo empirista que soportado en el asociacionismo justifica el conocimiento por proximidad. Esto suele presentarse ante situaciones de contingencia, de urgencia necesaria, a fin de comprender una complejidad que dada la inmediatez real debe ser atendida, pero cuya atención es imposible hasta tanto no se describa, se explique y se interprete.
-Relaciones arbitrarias o de interés, determinadas por el deseo del investigador de establecer de manera caprichosa, en oportunidades ad experimentum, y en ocasiones de forma premeditada, tales vinculaciones. Estas relaciones pueden dar apariencia de arbitrariedad y de aleatoriedad, pero perfectamente pueden configurar un cuerpo de ideas y de argumentación suficientemente válido, tanto conceptual, filosófica, matemática y positiva.
Las relaciones anteriores expresan su respectiva logicidad, en correspondencia con los distintos aspectos que la caracterizan, desde la lógica, tanto la estructura formal como su desarrollo argumentativo. Sin embargo, hay que advertir que las relaciones lógicas están sustentadas en las maneras propias de justificar el conocimiento, en atención a los postulados de las variantes, ya sea las de la lógica proposicional, o de la difusa, o de la intuicionista, la modal...

Desarrollo teórico por abstracción
         La actividad teorética producto de la abstracción corresponde a procesos creativos determinados por los niveles y procedimientos que buscan de un contexto en estudio, sea de orden fáctico o racional, extraer aspectos de rasgo teórico susceptibles de configurar el cuerpo de explicaciones. En consecuencia, más que un ejercicio arbitrario pseudointelectual, se trata de precisar el intangible cultural, reflexivo y explicativo, a fin de comprender de mejor manera el referente, al cual remite dicho constructo teórico. Las abstracciones siempre han constituido un recurso para la ciencia, como actividad intelectual y como paso del método, pues en un momento determinado del proceso científico se debe recurrir a ella, para precisar la arquitectura del pensamiento vinculado con el evento en estudio y los propósitos de la investigación.
           La actividad de abstracción requiere entrenamiento conceptual, así como también capacidad de observación, registro e inferencia, pues constituye una actividad determinada por la capacidad del investigador de identificar los aspectos de orden racional, ideal y argumentativo capaces de conformar la estructura argumentativa. Para ello, el investigador se apoya en instrumentos similares a los que se emplean en procesos de sistematización, donde por lo regular se registran los acontecimientos y se precisan las ideas-fuerza, los valores y los criterios filosóficos susceptibles de conformar la teoría. Al respecto, es importante recordar que este ejercicio de acercamiento a la abstracción y la teorización está inscrito en el contexto de la investigación, a diferencia de las abstracciones que se realizan en otra oportunidades y de otra manera, las cuales se expresan posiblemente bajo otras categorías y fórmulas.

Desarrollo teórico por eulerización
           La eulerización corresponde a un proceso mediante el cual los saberes que se derivan de un desarrollo, en este caso científico, se van integrando progresivamente, a fin de precisar conceptos nucleares e ideas-fuerza, los cuales determinan la estructura argumentativa fundamental (Barrera). Se euleriza el conocimiento cuando se inscribe un saber en otro saber, con un efecto aparentemente obvio: desaparece el primero y emerge el segundo, conteniendo a partir de esa circunstancia, el segundo al primero. En consecuencia, la eulerización tiene propósitos de integración, en aras de conformar los presupuestos teoréticos fundamentales. Debe evitarse la confusión con dos opciones distintas: la simplificación, la cual es producto de cierto atomismo conceptual, y la parsimonia, principio este que al provenir del pragmatismo, busca obviar acciones y tareas en aras de determinar la forma más práctica e inmediata de resolver una situación, o de aceptar una teoría. La simplificación, como recurso para la concreción teórica, eulerizadamente (Dora, 1998) se resuelve por integración, expresándose entonces esta como complejidad (Morin, 1999), pues ya no se trata de descartar ideas ni propósitos, sino lograr que ocurran a través de su incorporación en postulados de mayor contenido y efecto. Y en el caso segundo, la parsimonia se supera al comprenderse que el propósito de las teorías no es de economía, sino de organización lógica del pensamiento, de concreción de ideas, valores y propósitos,
mediante la inserción en modos del saber y del conocer que contengan más saber, en cada oportunidad. Esto, sin sacrificar la idoneidad de los postulados y propósitos, reconociéndose la posibilidad de ser aceptados en nuevas comprensiones, en nuevas iniciativas.


V

Desarrollo teórico por sintagmas

Sintagma griego
          El origen de la expresión sintagma y, en consecuencia, de las primeras comprensiones se remonta a la antigua Grecia. Inicialmente, el concepto está ligado al de convergencia, coincidencia (syn) de diversos aspectos constitutivos de un algo, visto como todo (hol), aspectos que convocados en un propósito representativo producen un efecto, figura, forma (tagma). Este efecto puede ser constitutivo de la totalidad, esto es, puede conformar el evento en cuestión o, en su defecto, expresar la referida totalidad de manera simbólica.
           Si bien el nacimiento de la idea de sintagma en términos retóricos y argumentativos pudiera conectar con la erística zenoniana, la distinción conceptual permite precisarla de mejor manera, en un sentido natural: se trata el sintagma de la convergencia de diversos factores que, una vez llegados al punto de encuentro configuran, cual aprehensión gestáltica, un todo determinado. Llegado esto, entonces, el sintagma se devela con toda su fuerza, sentido, orientación, significación y trascendencia.
           Un ejemplo, por lo demás interesante de esta acepción del sintagma griego, se encuentra en la polis, en donde converge la totalidad de la vida en la Ciudad-Estado de otrora, pero por diseño urbanístico se cuenta con el diseño de las plazas, en las cuales están presentes los poderes representativos de la cultura, del poder y de gobierno. Esta característica urbanística permite que en un área geográfica, determinada por el cuadrado, por el círculo, o el hexágono, estén presentes las sedes simbólicas de la sociedad y, a su vez, sirva de encuentro social para acontecimientos de importancia. Es que el sintagma es factor de aglutinamiento, de encuentro y de ubicación formal.
          Es importante tener en cuenta que en el centro de la plaza arquitectónica griega, por supuesto, están presentes los representantes de los mitos, de las divinidades y de la religiosidad, capaces de constituir el intangible aglutinador. Este esquema sintagmático impacta el urbanismo, que luego a través de Roma y de España llega como estructura inicial constitutiva, y a través de la cual se precisa el hábitat social. De ahí que el núcleo sintagmático está determinado, en el caso de la creación de las ciudades, en torno a la plaza pública. En el centro de dicha convergencia está el sitio emblemático donde dioses, héroes y titanes se yerguen y hacia el cual las miradas convergen. Y a su alrededor, todos los poderes, civil, militar, religioso, legislativo, judicial... Porque eso es la plaza sintagma: una conformación urbana en la cual converge lo más representativo de la sociedad, capaz de proveer identidad, legislación, simbolismo y motivación a la polis.

Sintagma gramatical
           Los sintagmas gramaticales constituyen explicaciones sobre el habla, que conducen a precisar cuál es la forma estructural del lenguaje, en una dinámica que expresada en planos cartesianos está representada por la literalidad (horizontalidad) y la asociación (verticalidad). Esta dinámica saussureana implica el reconocimiento de la explicitación lingüística bajo dos aspectos esenciales: uno, dinámica sintáctica explícita, a partir de un núcleo conceptual, que a su vez es gramatical, el cual se amplía, según la estructuración de la frase o el hilo comunicacional. Y dos, capacidad sintáctica asociativa de los términos de la explicitación, lo que permite contar con el potencial desarrollo del lenguaje y de maneras de desarrollo conceptual, por proximidad. Esta tesis segunda. de carácter empirista. remite a postulados lockeanos que sustentan el aprendizaje y el conocimiento por vía de la práctica social a través de áreas de desarrollo próximo. Lo anterior implica la asociación, mediante la cual se amplía el lenguaje y, por ende el conocimiento. El análisis implícito condujo a una de las primeras corrientes psicológicas, conocida como asociacionista, que produjo diversos desarrollos e influencias, como ocurrió con los desarrollos de Vigowsky -en su tarea de acercamiento a los dilemas del aprendizaje en infantes con dificultades de aprendizaje-, quien la hizo pedagogía.
           En el sintagma gramatical los procesos se dan por la dinámica explicitativa de la oración, según su énfasis, pues algunas de las frases se conforman en torno al verbo, otras con respecto al sujeto, otras más según el nombre, o el sustantivo o el adjetivo, lo que da, entonces, matices a los sintagmas gramaticales, a fin de estructurar, en su amplitud y desarrollo, la teoría del lenguaje. Esta estructuración, en términos de la frase identifica el sintagma –línea horizontal- y en torno a a las palabras que la constituyen –línea vertical-, corresponde a las asociaciones, las cuales para Hjelmslev son paradigmas. Entonces, los paradigmas constituye en su conjunto el sintagma gramatical, el cual se expresa como unidad de sentido.

Sintagma comunicacional
              La comprensión sintagmática aplicada a la actividad comunicacional, a través de los desarrollos de Christian Metz, tiene que ver con la presencia de paradigmas, vistos como relatos de linealidad cruzada, que en el desarrollo de una propuesta audiovisual cualquiera propician, por diacronía, la aprehensión gestáltica de un proceso significacional
que progresivamente –por sincronías- se configura como gran sintagmática de la imagen. Este desarrollo tiene las características de continuo relativo, representado por un lado por la presentación de relatos, que en la medida del desarrollo se estructuran como capítulos. Estos contienen en su narrativa los relatos –paradigmas-, los cuales en su devenir conforman por vía de la totalidad la convergencia necesaria que da el sentido a cada una de las historias. Este tipo de sintagma está centrado en las diacronías, pero se expresa como sincronía, por la emergencia de capítulos. Si bien es cierto que puede ocurrir un epílogo, en el cual pueden coincidir los relatos, el efecto sintagmático conclusivo, en esta oportunidad, tiene la fuerza pretérita de los relatos que en toda su evolución configuran el imaginario total, así como la valoración, el afecto y la cultura implícita.
                El desarrollo de la propuesta sintagmática de la imagen tuvo que superar inicialmente el monorrelato, esto es, la actividad sígnica centrada en una sola historia (paradogma). Esto propició la configuración de variadas leyendas, en el mismo relato, como expresión evidente de un reconocimiento formal, presente también en las ciencias atómicas: la existencia de paradigmas, representados en la literalidad discursiva mediante la incorporación de otras lecturas. Esto lo expone el científico Feynman -en la explicación que da sobre la estructura atómica Stephen Hawking, en El gran diseño-, como la historia que contiene todas las historias posibles.
             Este ejercicio conceptual ayuda a determinar, por ejemplo, en el caso de la producción audiovisual, la existencia sincrónica de diversos grupos humanos susceptibles de ser interesados en la producción. A estos grupos, distintos en psicología, contexto y situación, se busca su identificación con las variadas historias que de manera diacrónica se presentan, pero cuya responsabilidad taxativa es de orden sincrónico. La suma de estos efectos permite precisar reconstructivamente una leyenda, capaz de identificar los grupos de interesados y comprometerlos con regularidades, en el caso de la televisión, con la sincronía intercultural, en el caso del cine. Al final, se valida la cultura, o se perfecciona tanto el credo como la ideología, propósitos sintagmáticos de la producción.


Sintagma metodológico
             En aspectos relativos a la ciencia, la investigación y la metodología, la actividad de acercamiento intelectual está relacionado con el reconocimiento de los paradigmas, como constitutivos de todo relato (teoría, ciencia, efecto, producto, hallazgo), que en su aspecto definitorio se manifiesta como sintagma. En esta conjugación paradigmática, importa, entonces, la identificación de los paradigmas, la determinación de sus relaciones y la ubicación del efecto sintagmático que producen, a fin de que en este proceso se conozca, esto es, se susciten descripciones, análisis, predicciones, teorizaciones y constataciones, entre otros efectos. Estos procedimientos sintagmáticos obedecen a los criterios del pensamiento holístico diseñados como recurso para la didáctica del conocimiento, amparados en la metáfora del sintagma, constituido éste por paradigmas, que al cruzarse entre sí establecen niveles de relaciones, cuales niveles de complejidad, que una vez configurados generan instancias de explicitación teorética. Estos niveles son denominados perceptual, aprehensivo, comprensivo e integrativo, como se explica a nivel de la filosofía de la ciencia, en el libro Holística (Barrera, 2010), y en el campo de la metodología, en el libro Metodologia de la investigación (Hurtado, 2010).

Proceso sintagmático Nivel perceptual
             Los procesos sintagmáticos asociados con la actividad científica parten de identificar el evento en torno al cual se desarrolla la indagación, con propósitos de desarrollo posterior argumentativo-teórico. El procedimiento está caracterizado por pasos, como los siguientes: Luego de ser identificado el evento, se procede con su descripción exhaustiva. Posteriormente, se precisan los paradigmas presentes, ya sea por inferencia o por abstracción. Se describen y analizan todos y cada uno de los paradigmas identificados. Más luego, se establecen relaciones entre los paradigmas, cosa que favorece el acceso a otro nivel de complejidad, caracterizado por la capacidad interpretativa, a partir de las relaciones entre paradigmas, presentes. De ahí que a esta fase se denomine hermenéutica. A continuación se precisa el nodo central argumentativo, que corresponde al núcleo sintagmático. El nudo sintagmático corresponde al corpus fundamental de ideas de la nueva teoría, para la cual se procede, entonces, con los pasos anteriores, como proceso de develación heurística por tratarse de un nuevo cuerpo argumentativo, nacido del núcleo sintagmático...

Bibliografía parcial

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Fuentes colectivas

-Colectivo de educadores e investigadores de Puerto Ayacucho, Amazonas, Venezuela. 7 de agosto de 2012, integrado por Barrera, Marcos; Belisario, Ingrid. Noguera, Juan; Ojeda, Elanny; Zalfigar, Rasuldín; Guevara, Argenio; González, Imarú; Heredia, Flor Sissi; Heredia, Dina; Sánchez, Martha; Caballero, Caballeo; Hernández, Maye; Ismerly Puerta; Álvarez, Francia; Moreno, Darío; Cardozo, Nurys; Áñez, José; José Becerra. Covo, Nathalie Marimar.
-Colectivo de Sypal en Caracas, 2012. Alberti, Liuba; Ballesteros, Aracelis; Barrera, Marcos; Bonillo, Daysi; Ereú, Évelyn; Gil, liliana; Vielma, Ramón. Curso de Investigación interactiva. Caracas: Sypal.


Fuentes electrónicas

Águeda Mirella Mundo. Plataforma teórica para una ontología del discurso docente. Una Investigación, Vol. IV, N° 7, 2012. Águeda Mirella Mundo.

[PDF] biblo.una.edu.ve/ojs/index.php/UNAINV/article/.../1101. (Visita, septiembre 2012). http://jair.lab.fi.uva.es/~manugon3/temas/ondas/SupOnd/OndEst/images/Grafico3.gif




Marcos Fidel Barrera Morales

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2 comentarios:

  1. Buenas noches, señor Marcos estoy muy interesada en saber mas sobre hologogia y que me parece una temática muy interesante y nutritiva para el alma, renova los pensamientos y te pone a meditar sobre la vida, haciendote preguntas reflexivas, como ¿que has hecho con tu vida hasta ahora? ¿porque te quejas tanto de lo que tienes? ¿A QUE VINE A ESTA VIDA A SER FELIZ O A SER INFELIZ?

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  2. Las preocupaciones suyas, Corina, revelan una personalidad centrada en los valores, ética, solidaria, oportuna. Prosigue en esa búsqueda de respuestas a preguntas esenciales. Acerca del tema, en el libro titulado Hologogía -información quironediciones@hotmail.com- amplío la reflexión y dejo, por supuesto, abierto el camino para su ampliación. Muchas gracias por su amable interés.

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